Hace unos días recibí uno de los consejos más extravagantes que he escuchado jamás, que paso a compartir de inmediato: - Y, sobre todo, -concluía mi comensal- busca problemas. Pero asegúrate de elegirlos bien…Ahí te lo dejo. Como burofax en hora de siesta. Como un “tenemos que hablar” de tu pareja. El postre perfecto de un banquete lleno de aprendizajes difíciles de digerir. Hubo más “perlas” pero me las ahorro por la salud mental de todos.Estoy seguro de que compartes conmigo la ansiedad que producen este tipo de mensajes. Tanto es así que el ruido que nos genera “el miedo a no llegar” se impone al aprendizaje. Miedo a no saber traducir bien