José Ignacio Arrieta nos ha dicho adiós, nos ha dejado. Nos conocimos de estudiantes en la Universidad de Deusto. Era un alumno destacado, inteligente, brillante, uno de los “chicos de Bernaola”. Nos volvimos a encontrar años más tarde, yo Diputado General de Gipuzkoa y José Ignacio como director general del EVE y a partir de enero de 1985 y hasta 1991 Consejero en mis dos primeros gobiernos. Un hombre generoso, sensible a las dificultades del prójimo y amante de su país. Ante la brutalidad de la crisis económica y del paro fue quien propuso al gobierno, a finales de los 80, aquella medida pionera en el Estado, y reflejo de su sensibilidad