La apuesta por la innovación, como motor fundamental para impulsar la economía donostiarra, es un hecho en nuestra ciudad. No solamente por los grandes proyectos y desarrollo de sectores emergentes que en estos últimos años se han ido trabajando, como es el caso de las biociencias, los servicios intensivos en conocimiento (SEIC), que proveen soporte a la industria 4.0, o más recientemente el despliegue del nuevo polo cuántico con la llegada del ordenador de IBM a San Sebastián. Tampoco debemos olvidarnos de la apuesta por la inteligencia artificial, la movilidad y el almacenamiento de energía, o la nanotecnología y la investigación en nuevos
Tras una pandemia que durante 2020 y 2021 condicionó la vida de todo el planeta, y un 2022 que entendimos como una transición hacia una “normalidad”, este año que recientemente hemos dejado atrás ha sido un año de recuperación en Donostia. Si nos centramos en los datos locales, observamos cómo la ciudad se ha recuperado en términos de empleo, alcanzado los indicadores de ocupación previos a la pandemia y con récord de afiliación. Estos datos nos permiten una valoración positiva en cuanto al despliegue de las políticas de empleo que hemos podido activar, de la mano especialmente del Gobierno vasco, y también sobre la propia actividad empresari