En 2011 salió de la bodega Hiruzta de Hondarribia la primera producción de txakoli, 20.000 botellas con dos tipos de caldos, uno ajustado a la tradición guipuzcoana y otro de concepción más moderna y equiparable a vinos blancos de cualquier otro lugar del mundo, adaptado a paladares y gustos más internacionales. Desde el primer momento apostaron por salir al mercado y enseñarse. Así, además de abrir un restaurante en el que recibir a sus clientes, elaboraron un plan comercial y de internacionalización, fijando una serie de mercados-destino y de ferias profesionales a las que acudir “porque aunque hay quien dice que son algo obsoleto, para q