Las infraestructuras críticas y sensibles son los sistemas y servicios que constituyen la columna vertebral de nuestra sociedad. Su interrupción o destrucción, como el apagón masivo vivido en España o los recientes ciberataques a aeropuertos europeos, tendrían un grave impacto en la salud, la seguridad o la estabilidad económica de la población y, por tanto, en nuestro bienestar social. La complejidad de sus procesos internos, tecnologías e interdependencia hace a estas entidades especialmente sensibles a amenazas digitales y físicas, pero también, y de manera notable, a la hibridación de ambas. Las administraciones europeas, estatales y re