Según el informe del EVE Euskadi Energía 2015, presentado en diciembre de 2016, el consumo energético ese ejercicio cambió la tendencia de años anteriores, con un ascenso del 5,1% en el sector doméstico, 4% en el sector servicios, 3,4% en el transporte y 1,4% en el primario. El único sector que mantuvo el descenso fue la industria con una reducción del 2,8%, arrastrada por la siderurgia. La demanda eléctrica, que fue un 0,8% inferior a la del año anterior, se cubrió con producción autóctona en un 37,3%, porcentaje que disminuyó en el año debido al menor funcionamiento de los ciclos combinados. El uso de gas natural descendió un 3%. Mientras
En las industrias electrointensivas el consumo de electricidad llega a suponer el 50% de sus costes de producción, lo que las hace extremadamente sensibles al coste eléctrico. Son industrias que operan en mercados globales frente a competidores europeos que gozan de precios eléctricos considerablemente más bajos, lo que las coloca en clara desventaja y merma peligrosamente su competitividad. Y es que, mientras que los precios de los productos industriales se fijan en los mercados internacionales, los precios de la energía se fijan a nivel estatal, lo que hace que estas empresas afronten sobrecostes eléctricos que, por ejemplo, con respecto