Una gestión responsable en consideración con la sociedad

{ Compromiso Petronor cuenta con un Comité de RSC desde el año 2015

En su determinación de incluir la sostenibilidad como palanca de su actividad, los miembros directivos de Petronor forman el Comité de Responsabilidad Social Corporativa de la firma, encargado de garantizar que todas las decisiones y acciones que ejecuta tengan en consideración el bienestar social. Todas ellas, que se revisan anualmente, conforman el Plan de Sostenibilidad de la compañía, que 
se articula en torno a seis ejes.

Atendiendo a su misión de ser una compañía comprometida con un mundo sostenible, así como de alcanzar las cero emisiones netas en 2050 –fue la primera compañía de su sector en fijar esta ambiciosa meta– y de esta forma minimizar los impactos derivados de su actividad en la sociedad y, sobre todo, en su entorno más cercano, Petronor constituyó, en 2015, el Comité de Responsabilidad Social Corporativa “para gestionar el trabajo de una manera responsable según ciertos parámetros de consideración en la sociedad”. 

Se trata este de un grupo formado exclusivamente por los miembros del Comité de Dirección de la empresa, que se responsabiliza de desarrollar las actividades industriales cumpliendo con siete materias fundamentales: Gobernanza, Derechos Humanos, Prácticas Laborales, Medio Ambiente, Prácticas Justas de Operación, Asuntos de Consumidores y Participación en el Desarrollo de la Comunidad. Todas las decisiones y acciones que se llevan a cabo se revisan periódicamente y conforman el Plan de Sostenibilidad de Petronor, que se actualiza anualmente. 

Este documento se articula en torno a seis ejes principales (cambio climático, medio ambiente, innovación y tecnología, operación segura, personas y ética y transparencia) cuyos indicadores actualiza de forma constante para implementarlos en todos sus niveles y negocios. 

En el apartado del Cambio Climático, en su último documento, Petronor con los avances tecnológicos que dispone, anticipa alcanzar entre un 80% y un 90% de reducción de emisiones netas para 2050, y se compromete a aplicar las mejores tecnologías disponibles para elevar esta cifra, incluyendo la captura, uso y almacenamiento de CO2. Con ese fin, la firma está adherida a la Oil and Gas Climate Initiative (OGCI), que se ha comprometido a invertir 1.000 millones de dólares en diez años en el desarrollo de tecnologías que permitan reducir las emisiones GEI de forma significativa.

Respecto al medio ambiente, la compañía afirma que “la conservación del capital natural y la implementación del modelo de trabajo basado en la economía circular son aspectos clave” a la hora de desarrollar su actividad. Así es que, en la medida de lo posible, prioriza la optimización de los recursos que utiliza en sus procesos industriales y en la fabricación de sus productos, incluido el agua, minimizando los impactos sobre el capital natural y la biodiversidad, las emisiones al aire y vertidos al agua, así como la generación de residuos, dándoles una segunda vida. En este sentido, el documento reza que su objetivo “es mantener la licencia social para operar, demostrando que somos sostenibles a lo largo de toda nuestra cadena de valor”.

Por otro lado, la innovación tecnológica es “una palanca esencial para construir modelos energéticos más sostenibles y afrontar el reto de la descarbonización de nuestros productos y servicios”, asegura Petronor, que trabaja en la detección, validación y desarrollo de tecnologías que le ayuden a conseguir la ambiciosa meta de descarbonización que se ha fijado en las instalaciones de su Matriz, en el Repsol Technology Lab. Además, la labor de investigación propia la complementa con el fondo de inversión Corporate Venturing y con una estrategia de innovación abierta, estableciendo alianzas con centros tecnológicos, empresas y universidades de todo el mundo.

{ Pionera

La compañía fue la primera de su sector 
en comprometerse a alcanzar las cero 
emisiones netas en 2050.

En cuanto a lo puramente operacional, el mantener unas operaciones seguras es “una obligación moral y una condición indispensable en nuestras operaciones”, incide Petronor, cuya ambición en este sentido “siempre ha sido la de evitar cualquier daño o impacto negativo a las personas, al medio ambiente, a las comunidades vecinas y las propias instalaciones”. De esta forma, viene trabajando en ciclos de mejora de sus procesos y tecnologías de la información desde hace más de una década, lo que, en el contexto mundial actual, con la aceleración del proceso de digitalización de la sociedad, se ha extendido también a las operaciones digitales, y la ciberseguridad va cobrando cada vez más importancia.

Asimismo, Petronor es consciente de que las personas, su capital humano, son su “principal ventaja competitiva y la clave para ser una compañía sostenible”, de ahí su apuesta firme por “la igualdad de oportunidades, la gestión del talento diverso centrada en el empleado, el equilibrio entre la vida profesional y personal, la formación y el desarrollo, y la atracción y retención de talento”. Asimismo, establece relaciones sólidas con los agentes que interacciona, especialmente con las comunidades cercanas a sus operaciones, basadas en “el respeto, la sensibilidad cultural, la integridad, la responsabilidad, la transparencia, la buena fe y la no discriminación”, asegura.

Por último, el eje ética y transparencia establece un conjunto de objetivos que aseguran que la compañía promueve e incentiva una cultura de integridad y responsabilidad para todos los empleados de Petronor, así como para sus proveedores, contratistas y empresas colaboradoras. La empresa define, además, “la transparencia y rendición de cuentas como elementos diferenciales” de su Modelo de Sostenibilidad de Petronor, concluye el documento.

Impacto positivo en su entorno 

Al margen de su actividad industrial, en la que avanza en el desarrollo de combustibles renovables, en la valorización de CO2 así como de sus residuos a través de la economía circular o en la construcción de su hub de descarbonización en el Puerto de Bilbao, Petronor incorpora las consideraciones sociales en su a toma de decisiones, partiendo del diálogo con los grupos de interés de forma global y local. Así, en lo que va de año, la compañía ha participado en la reforestación de 20.000 metros cuadrados de superficie en una zona devastada por los incendios, en Muskiz; ha organizado el III Campus Cultural para los estudiantes de los centros escolares de Muskiz y Abanto-Zierbena, y el Campus de Fútbol para niños de entre 5 y 12 años; y ha patrocinado la Muskizko Txakurtrail lasterketa, entre otras muchas actividades desarrolladas en su entorno más cercano, iniciativas que repite constantemente cada año generando iniciativas que buscan incrementar los impactos positivos en la sociedad.

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