Un futuro moldeado con ‘smart materials’
- Estrategia Empresarial (Cuaderno Smart Industry 2025)
- 18-Noviembre-2025
Fármacos que se liberan en el torrente sanguíneo a la primera señal de infección, edificios que reaccionan a las circunstancias climáticas o pantallas de móviles que se reparan solas. Son tres ejemplos de posibles aplicaciones de los llamados ‘smart materials’ (materiales inteligentes), la última revolución en el campo de la ciencia de los materiales.
Los ‘smart materials’ son materiales manipulados para responder de forma controlable y reversible, modificando alguna de sus propiedades, a estímulos externos como pudiera ser determinada tensión mecánica o cierta temperatura, entre otros. Por su capacidad de respuesta, también son conocidos como ‘responsive materials’, traducido habitualmente como materiales activos o reactivos.
En la actualidad, existen diferentes tipos de materiales inteligentes y cada día surgen nuevos. Entre ellos, cabe destacar los piezoeléctricos (pueden convertir la energía mecánica en eléctrica y viceversa), los cromoactivos (cambian de color al ser sometidos a, por ejemplo, una determinada variación de temperatura, luz, presión, etc.), los magnetorreológicos (cambian sus propiedades ante un campo magnético) y los fotoactivos.
La ciencia de los materiales es una fuente constante de noticias sobre nuevos descubrimientos que podrían revolucionar nuestro futuro. Los potenciales usos del grafeno, por ejemplo, son casi ilimitados: baterías con más autonomía, células solares fotovoltaicas más baratas, ordenadores más rápidos, dispositivos electrónicos flexibles, edificios más resistentes, miembros biónicos, etc. Todo esto es posible gracias a sus múltiples propiedades.
Una de las áreas de investigación donde la ciencia de los materiales ha avanzado más en los últimos años es en el desarrollo de nuevos materiales para su uso en la impresión 3D, la cual ya se emplea en sectores tan dispares como el diseño, la medicina, la arquitectura o la alimentación. Los más utilizados son los termoplásticos, en especial, el ácido poliláctico (PLA) y el acrilonitrilo butadieno estireno (ABS), que se utilizan en carcasas de móviles, juguetes o carrocerías de coches. Asimismo, también están empezando a imprimirse materiales inteligentes gracias a las impresoras 4D.

