El grupo Tubos Reunidos, que cuenta con plantas en Amurrio (Álava) y Trapagaran (Bizkaia), ha incrementado su actividad en el primer semestre de 2021, gracias, según señalan sus responsables, “a una cierta recuperación de la economía mundial tras un año 2020 marcado por la pandemia”. Aunque, añaden, con “diferencias geográficas claras”, tensiones en los precios de las materias primas, energías y costes de transporte de mercancías”.
El grupo ha cerrado, además, una etapa “de incertidumbre financiera”, tras la firma en julio de un acuerdo de apoyo económico público temporal, que incluye un préstamo participativo por importe de 112,8 millones de euros y una novación de las condiciones previas con las entidades financieras, en cuanto a plazo y costes de la deuda financiera.
Con estas premisas, Tubos Reunidos puede centrarse en el cumplimiento de los objetivos de su Plan Estratégico 2021–2026, basado en la transición energética y la descarbonización, y que le permitirá abordar nuevos mercados y sectores de actividad con especial presencia en energías limpias e hidrógeno
También incluye un Plan de Transformación que contempla inversiones por un importe de 60 millones de euros durante el período 2021-2026, dirigidas a la mejora de la gama, eficiencia, la digitalización y la reducción de emisiones de CO2.