“La internacionalización de Tubacex ha sido una necesidad ya que el producto que fabricamos constituye un nicho de mercado muy especializado, cuya demanda principal gira en torno al mundo del petróleo y la energía”. Así lo manifestó el consejero delegado de la compañía, Jesús Esmorís, en un desayuno de trabajo organizado por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi bajo el título ‘El camino hacia la internacionalización de empresas industriales’.
Esmorís dio cuenta de la evolución vivida por Tubacex, empresa que dio sus primeros pasos en el ámbito internacional en los años 70 abriendo oficinas comerciales en México, EE.UU. y Holanda; y continuó en los años 80 en Canadá, Francia e Italia. Actualmente cuenta con oficinas comerciales y fábricas en Europa, Asia y América; con 12 plantas productivas, siete fuera de España; más de 31 oficinas técnico- comerciales en 12 países; más de 300 clientes en más de 100 países; 11 centros de servicios en Europa, Asia y EE.UU y vende el 95% de su producción en mercados internacionales, cuando en 1984 no llegaba al 70%.
El primer directivo de Tubacex afirmó que la actividad de la multinacional se encuentra muy condicionada por la volatilidad del precio del petróleo por lo que actualmente afronta un periodo crítico que tratará de salvar mediante la diversificación de su actividad, abriéndola a otros sectores como el aeronáutico o la automoción. Su objetivo es seguir creciendo orgánica e inorgánicamente con proyectos internacionales que aporten valor.