Convertirse en el agente de transformación tecnológica de las empresas vascas es el objetivo que mueve a Tecnalia y por el que seguirá trabajando en los próximos años con un equipo de 1.400 personas.

Para Tecnalia, 2015 ha sido un año marcado por el final de su primer ciclo estratégico y la puesta en marcha de su nuevo Plan hasta 2020, una etapa que estará dirigida por Emiliano López Atxurra, nuevo presidente de Tecnalia, e Iñaki San Sebastián, director general del Centro.
Para responder a su vocación de apoyo a la empresa, prevé destinar 100 millones de euros hasta 2020 en nuevas tecnologías y nuevos proyectos, que le permitan seguir adelantándose a las necesidades y demandas de las empresas. En la actualidad Tecnalia trabaja en los retos a los que se enfrenta actualmente la sociedad: fabricación avanzada, energía baja en carbono, salud y envejecimiento, hábitat urbano, mundo digital e hiperconectado, y cambio climático y escasez de recursos.
En este sentido, a lo largo de 2015, ha llevado al mercado casos de éxito Así, en el ámbito de la fabricación avanzada, Tecnalia está inmersa en la estrategia de la aplicación de la fabricación aditiva o 3D, una de las piedras angulares de la Industria 4.0. La colaboración entre Ibarmia, la Universidad del País Vasco EHU-UPV y Tecnalia ha hecho posible crear la mayor máquina híbrida de impresión 3D para la industria. La apuesta por las energías renovables ha llevado a Tecnalia a colaborar con importantes entidades, como el prestigioso Instituto de Investigación AERI (Australian Energy Research Institute), de la Universidad de New South Wales de Sydney (Australia), para quien ha diseñado un prototipo de subestación eléctrica a escala que se configura como un laboratorio flexible que permite realizar ensayos multiterminal y ensayos de los enlaces a redes eléctricas VSC-HVDC.
En lo que a salud y envejecimiento se refiere, Tecnalia está volcado con las tecnologías intracraneal para la rehabilitación. En concreto, está trabajando en las llamadas interfaz cerebro-máquina, un sistema que permite que el paciente pueda controlar el movimiento de su miembro paralizado a través de exoesqueletos robóticos y neuroprótesis basadas en la estimulación eléctrica funcional de los músculos.