Son fundamentales para que el negocio marítimo se desarrolle con garantías. Consignatarios y transitarios, junto a los estibadores, forman parte de la gran cadena que opera en los puertos, siendo servicios imprescindibles en el comercio internacional y el transporte intermodal.

Las empresas consignatarias y las transitarios, junto con las compañías estibadoras, configuran el principal núcleo de actividad de los puertos y representan los servicios permanentes e imprescindibles para la buena marcha del negocio marítimo.
Las primeras –denominadas indistintamente consignatarias de buques o agentes marítimos–, actúan en los puertos en nombre y por cuenta de armadores o navieras (pueden representar a varias), realizando gestiones de carácter administrativo, técnico y comercial relacionadas con la entrada, permanencia y salida de un buque en un puerto.
También se ocupan de la supervisión y realización de las operaciones de recepción, carga, descarga y entrega de las mercancías, así como del embarque y desembarque de los pasajeros (si los hubiera), y de la contratación de dichas mercancías. Es decir, realizan funciones comerciales, en contacto con transitarios y cargadores para ofrecerles los servicios de transporte de la naviera y contratando los transportes para el buque, y operativas, al prestar servicios al barco y a la tripulación, realizando las gestiones relacionadas con la estancia de un buque en puerto (aprovisionamiento, limpieza de las bodegas...).
Los transitarios, por su parte, están especializados en la gestión y coordinación del transporte internacional de mercancías, especialmente en régimen de grupaje, y son responsables de toda la operación de trasporte. Pueden ofrecer, también, diversos servicios logísticos. Se encargan, por tanto, de resolver los problemas del transporte que plantea el comercio exterior, fundamentalmente los trámites burocráticos (seguros, aduanas, bancos...), con el objetivo de que las mercancías lleguen a su punto de destino por la vía más rápida, al mejor precio, con las mayores garantías y en el tiempo estipulado por las partes.

Con la contenerización de las mercancías, en el transporte marítimo se ha ido creando la imagen del transitario como consolidador o NVOCC (Non Vessel Operator Common Carrier).
Finalmente, las empresas estibadoras son las encargadas de llevar a cabo las operaciones portuarias de manipulación de las mercancías.
En Euskadi, las empresas que trabajan en estos ámbitos, muchas de ellas referentes estatales, constituyen un dinámico sector económico. Los transitarios se agrupan en Ateia, asociación que en los puertos de Bilbao y Pasaia agrupa a más de 90 compañías. Por su parte, cerca de 75 empresas consignatarias prestan sus servicios en los dos grandes puertos vascos.
Todos ellos son eslabones de la cadena que configura la actividad en los puertos, estrechamente unidos e interdependientes, fundamentales para el desarrollo del comercio internacional y de la economía en general.