Salen a la luz un circo y nuevas áreas inéditas de una ciudad romana en Iruña-Veleia

Responsables del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Álava, y el Proyecto de Rehabilitación y Desarrollo de Iruña-Veleia. Foto: Irekia

El proyecto de Iruña-Veleia continúa dando alegrías. El pasado mes de julio el viceconsejero de Cultura del Gobierno vasco, Andoni Iturbe; la diputada foral de Cultura y Deporte de Álava, Ana del Val; el jefe del Servicio de Museos y Arqueología, Javier Fernández Bordegarai, con la presencia de los responsables de la empresa investigadora Javier e Iker Ordoño, dieron a conocer los descubrimientos más recientes, fruto del último año y medio de trabajo. Un hallazgo de gran relevancia y que aspira a cambiar el conocimiento de uno de los principales yacimientos arqueológicos que atesora el territorio: la ciudad romana de Iruña-Veleia.
Un gran yacimiento 
El minucioso trabajo de revisión, realizado por el equipo de Arkikus, con los hermanos Javier e Iker Ordoño a la cabeza, sobre una superficie de 251 hectáreas, ha dado como resultado la detección de “centenares de evidencias de la presencia de edificios y/o infraestructuras de cronología romana en el subsuelo del yacimiento, aún por sacar a la luz por la ciencia arqueológica”.
Entre ellas destaca, por su presencia e implicaciones, un imponente recinto de 280 m. de longitud por 72 de anchura y que por las imágenes, parece ser un circo romano, un edificio de espectáculos en el que se celebraban carreras de carros tirados por caballos que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar en torno a 5.000 espectadores.
Se trataría del tercer circo romano conocido para la mitad norte de la península ibérica tras los de Tarraco (capital provincial de la Hispania citerior, actual Tarragona) y Calagurris (ciudad con rango de ‘municipium’, actual Calahorra) y, de ellos, el único que conserva su trazado original.
Además, se han identificado elementos propios de un urbanismo organizado tanto al interior como, sobre todo, en el exterior del recinto conocido como ‘oppidum’ o ciudad amurallada tardía de Veleia. Así, se definen con claridad calles (a veces porticadas), espacios públicos, barrios de viviendas, posibles edificios de culto colectivo, e infraestructuras relacionadas con el abastecimiento de agua o el saneamiento del entramado urbano, entre otros.
Por todo ello, Iruña-Veleia se presenta como una joya aún con mucho por descubrir que, impulsada por este y futuros estudios, “confiamos que reciba la atención merecida en aras de su protección, estudio, puesta en valor y generación de riqueza para todo su territorio”.

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