El futuro del agro vasco está en garantizar el relevo generacional y la sostenibilidad de las explotaciones. Bancos de tierras, programa Gaztenek, I+D, artzain eskola, apoyos económicos, formación... Iniciativas que buscan que el sector primario vuelva a ser atractivo para los jóvenes, como forma de vida y como mantenimiento del medio natural.

Hacer atractivo el agro como forma de vida, como ocupación económica y como un proyecto relacionad con el medio natural es la base que está en la modernización y rejuvenecimiento del sector primario. Un ámbito, el rural, donde una parte importante de los agricultores superan los 65 años, poseen pequeñas explotaciones y mantienen producciones tradicionales.
Frente a esta realidad, los esfuerzos institucionales se centran en la profesionalización del agro vasco. Por un lado, mediante el fomento del relevo generacional y la sostenibilidad de las explotaciones. En este sentido van encaminadas diferentes iniciativas puestas en marcha en los últimos años, como el Estatuto de las Personas Jóvenes Agricultoras, para favorecer el acceso al mundo rural de los menores de 40 años; el programa Gaztenek 2020, que ofrece un paquete de medidas estructurado para abordar de forma integral el problema del envejecimiento de los titulares de las explotaciones agrarias. Así, en Álava un total de 43 jóvenes han aceptado el reto de crear sus propias empresas agrarias, para ello la Diputación destinará 1,5 millones de euros este año y 500.000 euros hasta 2020, que se abonarán a medida que se vayan implementando los planes de empresa”, apuntó el diputado foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco. Por su parte, la Hazi ha habilitado una línea de ayudas de 120.000 euros dirigida a jóvenes agricultores para tomar un primer contacto con el funcionamiento de esta actividad y adecuar su idea de empresa a la realidad del sector.
Otro reto del agro va en la línea de conseguir dimensión en el sector, mediante alianzas y otra fórmulas de cooperación hacer empresas eficientes.