El grupo alavés Otua, especializado en reciclaje industrial, prevé invertir un total de 38 millones de euros en dos nuevas líneas en sus instalaciones del polígono de Goiain, una para separar mezclas metálicas complejas y otra para el tratamiento de plásticos. Logrará así valorizar y reciclar los residuos que el sistema productivo genera.

Grupo Otua ha invertido 25 millones de euros para separar mezclas metálicas complejas e invertirá otros 13 millones en el tratamiento de plásticos. Con ambas iniciativas, la empresa alavesa de reciclaje industrial logrará valorizar y reciclar los residuos que el sistema productivo genera. Una contribución a la economía circular que fue aplaudida por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en una reciente visita que realizó a las instalaciones de la empresa en el polígono de Goiain en Legutio (Álava).
En su visita, Tapia destacó “la importancia que para toda la sociedad tiene la apuesta de industrias como Otua, que consideran el valor potencial de los residuos y obtienen nuevos materiales dándoles una segunda vida”. La consejera recordó también que “este año la financiación de ayudas a la economía circular se duplica” y que el Gobierno vasco “trabaja en el PPGR2030 y establece como reto ambiental prioritario la minimización del vertido”. “Euskadi tiene un recorrido de más de 20 años de trabajo en economía circular, que le sitúa, a día de hoy, como un referente en este campo, especialmente en el ámbito industrial”, aseguró la consejera, que estuvo acompañada en su visita por la viceconsejera de Medio Ambiente, Amaia Barredo.

Actualmente, alrededor de 240 empresas industriales de Euskadi, 177 de ellas pymes, están ya aplicando prácticas o modelos circulares en sectores como automoción, equipos de transporte, eléctricos y electrónicos, máquina-herramienta, metal, químico, mobiliario y edificación.
Por otro lado, Grupo Otua, que engloba 10 sociedades y factura cerca de 200 millones, estudia crear la primera línea de tratamiento de baterías ion-litio en el Estado, reto para el que su empresa Reydesa Recycling ha emprendido el proyecto ‘Baco’, apoyado por el programa Hazitek. Su propósito es generar una unidad de negocio que recupere litio, cobalto y níquel, entre otros metales, de las baterías.