Los costes laborales y la amortización y los pagos asociados a la deuda acumulada por la crisis del covid-19 serán los principales condicionantes de la actividad de las compañías vascas este año, según el informe de Perspectivas Empresariales de las Cámaras de Comercio de Europa.

Los efectos de la pandemia del covid-19 han determinado que 2020 se haya convertido en un año con unos datos especialmente negativos, rompiendo con todas las previsiones y expectativas. Las cifras de negocio y las ventas en el mercado interior han sufrido un fuerte retroceso y la confianza empresarial se ha desplomado. Las expectativas para 2021 son claramente más optimistas, aunque la visión de la situación económica sigue siendo muy negativa.
Así lo refleja la Encuesta de Perspectivas Empresariales que anualmente elabora el conjunto de Cámaras de Comercio de Europa con el objetivo de conocer la opinión de las empresas sobre la situación económica y las previsiones de futuro. Para el estudio correspondiente a los años 2020-2021 se ha encuestado a un total de 53.000 empresas europeas. Las Cámaras de Comercio Vascas han participado en esta iniciativa con 900 compañías encuestadas, interesadas en que las opiniones del empresariado vasco se incorporen a las del conjunto de sus homónimos europeos.

Las perspectivas de las empresas vascas solo son más favorables que las europeas en lo referente a las exportaciones; en el resto de variables analizadas, son más desfavorables.
En concreto, las ventas interiores de las empresas vascas, con un índice de -12,3, se sitúan en 2021 por debajo de la media del conjunto de la UE (-7,3). En el caso de las exportaciones, las compañías de Euskadi se muestran más favorables que las europeas, con un saldo 4,6 puntos superior: 7,2 de Euskadi, frente al 2,6 de la UE.
En cuanto al empleo en 2021, las organizaciones vascas están por debajo de la media de la Unión Europea (-7,2 frente a -3,8), mientras que el saldo inversor previsto para este año de las compañías vascas se sitúa por debajo de la UE (-19,4 frente a -8,9). Y la confianza sobre la marcha del negocio de las empresas del País Vasco está por debajo del conjunto de la UE (-33,6 y -4,5, respectivamente).
Los costes laborales serán el principal condicionante de la actividad de las compañías vascas en 2021 (el 65% señala esta factor). El segundo reto es la amortización y los pagos asociados a la deuda acumulada por la crisis del covid-19 (51% de las empresas). Igualmente, para el conjunto empresarial de la UE, los costes laborales serán el factor más importante que condicione los negocios en 2021, aunque el porcentaje de empresas que señala este hecho es sensiblemente inferior al registrado tanto en Euskadi como en España.
En conjunto, las empresas europeas muestran una mayor preocupación por la escasez de mano de obra y las condiciones de financiación.