Durante el año 2024 y el año 2025, la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Álava asume la Presidencia de las Cámaras Vascas – Eusko Ganberak. Este es un proceso rotatorio, por el cual, las tres Cámaras vascas nos repartimos la Presidencia de Eusko Ganberak.

Para este año 2024, nos hemos marcado una serie de metas, como son, entre otros, el de aumentar el número de empresas vascas que exportan, la defensa del eje Atlántico y el apoyo en el reto de la sostenibilidad de nuestras pymes. Para cumplir con estos objetivos, trabajamos a través de las comisiones que hemos constituido, formadas por las empresas que componen nuestros plenos, y que, con su buen hacer, trazan la ruta y delinean las acciones necesarias a desarrollar.

Las Cámaras de Comercio jugamos un papel fundamental en la mejora de la competitividad de las empresas al proporcionarles servicios de apoyo, asesoramiento y networking. Ayudamos a las empresas a identificar oportunidades de negocio, acceder a nuevos mercados, mejorar sus procesos internos y fortalecer sus capacidades. Además, solemos ser un punto de encuentro para empresarios y emprendedores, facilitando la colaboración y el intercambio de experiencias que pueden impulsar el crecimiento de las empresas. En resumen, somos los aliados clave para las empresas que buscan mejorar su competitividad y alcanzar el éxito en un entorno empresarial cada vez más desafiante.

Frente a los desafíos globales que hemos enfrentado en los últimos años, nuestras empresas han demostrado una notable capacidad de adaptación ante diversas crisis y contratiempos. Han respondido con innovación, ampliando su base de clientes y expandiéndose a nuevos mercados, manteniendo en todo momento un alto estándar profesional y ajustándose con flexibilidad a los cambios. Nuestras empresas son referentes en muchos sectores, y a nivel mundial, y esto no se consigue de la noche a la mañana, hay mucho esfuerzo y dedicación.

El País Vasco cuenta con uno de los tejidos empresariales más importantes del Estado, como lo demuestran los diferentes indicadores; el peso de la industria en el PIB, nuestro nivel exportador, nuestra renta per cápita, lo que posibilita que se desarrollen servicios de primer nivel para los y las que vivimos en él. Hay que agradecer, por tanto, al esfuerzo y confianza a nuestros y nuestras empresarias.

Su gran peso industrial que conjuga, además, con un gran equilibrio con la naturaleza, la cercanía de las diferentes administraciones públicas en colaboración permanente con la empresa privada, y unos servicios sociales a la ciudadanía en cabeza a nivel estatal.

Las Cámaras Vascas, a diferencia de otras organizaciones, representamos a todo el tejido empresarial del País Vasco, esto quiere decir, que las empresas y autónomos vascos pertenecen a las Cámaras por derecho, que no por obligación. Muchos de los servicios que las Cámaras ponen a disposición de las empresas, autónomos, emprendedores y desempleados, son en colaboración con las diferentes administraciones públicas del País Vasco, que confían en las Cámaras en este apoyo a nuestras empresas en las diferentes áreas anteriormente mencionadas.

Algunos de los retos que enfrentan las Cámaras de Comercio en la mejora de la competitividad de las empresas incluyen la necesidad de adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio, la diversidad de necesidades y expectativas de sus miembros, la competencia con otras organizaciones similares y la capacidad de ofrecer servicios innovadores y de valor añadido. Además, debemos enfrentarnos a la digitalización y la globalización de los mercados, lo que requiere una actualización constante de nuestros servicios y una mayor colaboración con otras entidades y organismos. Superar estos retos implica una gestión eficiente, una visión estratégica y una estrecha colaboración con las empresas para identificar y abordar sus necesidades de manera efectiva.