En 2014, el total de accidentes de trabajo con baja en jornada laboral notificados a la autoridad laboral fue de 24.602, un 1% más que el año anterior. En total se registraron 28 accidentes mortales (12% más que el año anterior), 134 graves (con un descenso del 4%) y 24.440 leves (1% más que en 2013).
Según el Informe de Siniestralidad Laboral 2014, presentado por el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Angel Toña, y la directora general de Osalan, Izaskun Urien, únicamente las empresas del sector de la Construcción observaron una disminución del número de accidentes en jornada laboral. En el resto, la siniestralidad aumentó, un 15% en el sector primario y más ligeramente en la Industria (2%) y Servicios (0,4%).
Por modalidad de contratación de la empresa, el 69% de los trabajadores que sufrieron un accidente en jornada laboral y el 73,6% de los que sufrieron un accidente “in itinere” eran trabajadores directos de la empresa principal. Un 8% de los accidentes en jornada laboral fueron trabajadores de contratas y un 1,9% de ETT.
El tipo de lesión más frecuente en los accidentes en jornada laboral fueron los esguinces, torceduras y dislocaciones (39,7%). Un 16,3% fueron ‘lesiones superficiales’ y un 10,8% ‘heridas abiertas’ de diversa localización.

Enfermedad profesional
Por otro lado, disminuyeron las enfermedades sin baja y aumentaron un 6% las enfermedades con baja laboral, siendo esta más frecuente en las recaídas que en los episodios iniciales. Las cinco actividades productivas con tasa de incidencia de enfermedades profesionales más alta fueron la industria de madera y corcho; metalurgia y fabricación de productos metálicos, salvo maquinaria y equipo; recogida, tratamiento y eliminación de residuos; fabricación de material y equipo eléctrico; y actividades vinculadas a empleo.
El consejero Toña valoró los datos recogidos en el informe señalando que aunque la tendencia descendente de la siniestralidad en los últimos 15 años denota que se ha entrado en una fase de ‘estabilidad’, “no cabe ningún tipo de conformismo ni autocomplacencia”, por lo que asumió el reto de seguir avanzando en el área de la seguridad y salud laboral en Euskadi “hasta convertirlas en un rasgo distintivo de la excelencia empresarial vasca”.