Bajo el título ‘Bideak’ (Caminos), la muestra evidencia la relevancia que ha tenido el concepto de camino en el trabajo de Eduardo Chillida, tanto formal y estéticamente, como conceptualmente, y que ha sido un tema raramente tratado en los diferentes análisis de su obra.
Es por ello que esta exposición pretende mostrar en la Sala kubo-kutxa las diversas rutas y trazados que ha ido siguiendo el escultor a lo largo de su extensa trayectoria artística, líneas que a veces persiguen una misma dirección, otras veces se desvían, para regresar a un mismo punto de partida, luego tornan de nuevo y derivan probando una nueva orientación. A veces, los caminos topan en un lugar de encuentro, un espacio para el acontecer, para después, volver y separarse una vez más.
La Sala kubo-kutxa acoge, hasta el próximo 28 de septiembre, al Chillida más terráqueo cuyo paso ha dejado huellas de una hondura extraordinaria que traspasa los límites de su trabajo artístico aunque, sobre todo, la muestra reivindica la faceta más cercana y humana del artista que conjuga el diálogo entre lo local y lo global, un artista de su tierra, con unas fuertes raíces en el País Vasco que lo vio nacer, pero cuyo trabajo, desde sus inicios, obtuvo una gran proyección internacional.
La muestra contempla además actividades complementarias como visitas guiadas y una obra de teatro. [