La negociación colectiva cerró 2019 en Euskadi con la cobertura más amplia de los últimos cinco años: al finalizar el ejercicio, el 61,1% de la población trabajadora tenía su convenio actualizado. Por otro lado, los contratos indefinidos descendieron un 5% y los temporales aumentaron un 1,3%, mientras que los conflictos del metal y de la enseñanza concertada originaron más del 80% de las jornadas no trabajadas por huelga.
Son los datos más destacados del informe socio laboral de noviembre y diciembre de 2019 del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de Euskadi. En ese 61,1% de la población trabajadora que terminó 2019 con su convenio actualizado se incluyen los acuerdos alcanzados en la Enseñanza Concertada, Ikastolas e Industria Siderometalúrgica de Bizkaia, pendientes de registro en ese período. Sin embargo, aunque no se tuvieran en cuenta esos tres convenios, el 51,6% de la población trabajadora de Euskadi –311.814 personas–, tenía su convenio actualizado, siendo este es el mayor porcentaje de los últimos cinco años. Del resto de la población sujeta a negociación colectiva, 202.216 personas (el 33,4%) tienen su convenio prorrogado y pendiente de renovar, y otras 90.918 (el 15%) lo tienen decaído y pendiente de recuperar.

De acuerdo con este informe, el incremento salarial medio pactado en la CAPV se situó en el 2% para los convenios vigentes en 2019 y en el 2,25% para los convenios registrados en ese año. Los contratos indefinidos firmados descendieron un 5,3% y los temporales crecieron un 1,3%.
Y a lo largo de 2019 aumentó significativamente la conflictividad laboral, sobre todo, como consecuencia de las jornadas de paro llevadas a cabo por los trabajadores de la industria siderometalúrgica y, en menor medida, por los de la enseñanza concertada.