La mujer rural busca el progreso en la mejora de la convivencia municipal

Amasa-Villabona acogió el Día Internacional de las Mujeres Rurales.

La convivencia en el medio rural y, en concreto, los aspectos que incentiven el papel de las mujeres en ese entorno, fue el eje central del Día Internacional de las Mujeres Rurales, organizado por el Gobierno vasco y Hazi, celebrado en la localidad de Amasa-Villabona (Gipuzkoa), y que contó con la presencia de la directora de Desarrollo Rural, Litoral y Políticas Europeas del Gobierno vasco, Jone Fernández; la alcaldesa de Amasa-Villabona, Beatriz Unzue; el director de Agricultura y Desarrollo Rural de la Diputación de Gipuzkoa, Xabier Arruti, y la directora de Emakunde, Miren Elgarresta.

Durante la jornada conmemorativa se presentaron dos iniciativas que ponen el foco en el papel de las mujeres en el medio rural. Por un lado, la Federación de Asociaciones de Desarrollo Rural de Gipuzkoa, Landaola, ofreció información sobre su proyecto ‘Landa emakumeak gara’, cuyo objetivo es impulsar el conocimiento mutuo y tejer redes entre las mujeres rurales. Por otro, el grupo Bogan, formado por cooperativas que trabajan en iniciativas sociales, presentó el proyecto ‘Teknoadineko’, un modelo innovador de trabajo que pretende prestar ayuda a los Servicios Sociales Municipales para identificar de forma temprana a las personas mayores en riesgo de soledad y mejorar la intervención en los casos de vulnerabilidad. 

El 93,2% de las baserritarras de Bizkaia considera que su calidad de vida es muy o bastante buena.

Coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer Rural, y en un acto en el que participaron alrededor de un centenar de mujeres, la Diputación de Bizkaia presentó un estudio –en el que han participado ocho de cada 10 agricultoras– según el cual que el 78,3% de las mujeres participantes en él realiza labores de producción y manejo, aunque solo el 38,4% manifestaba haber realizado alguna formación relacionada con la actividad agrícola o ganadera y el 52,1% consideraba que no la necesitaba para realizar su trabajo. Además, el 93,2% de las baserritarras aseguraba que su calidad de vida es muy o bastante buena.

 

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