La sexta planta del B Accelerator Tower (BAT) de Bilbao fue la cima donde tuvo lugar la charla que reprodujo en formato reducido la mesa redonda organizada por ESTRATEGIA EMPRESARIAL y plasmada en las páginas de la Guía de la Innovación 2023. La cordada fue la misma: Virginia Arechavala, investigadora Ikerbasque y coordinadora del Grupo de Terapias de Ácidos Nucleicos para Enfermedades Raras en el Instituto de Investigación de Salud Biobizkaia; Eriz Sainz Gurtubay, director del B Accelerator Tower (BAT) y experto en competitividad territorial y emprendimiento, y el escalador Juanjo San Sebastián, uno de los ochomilistas más importantes de la década de los 80 y los 90 del pasado siglo. Con Roberto Urkitza, consejero delegado-director de Estrategia Empresarial en el papel de conductor-moderador. 

En el caso de Juanjo San Sebastián, la metáfora alpina no es tal ya que ha vivido durante años la montaña de forma real a través de numerosas expediciones internacionales en las que la innovación ha sido un factor determinante.
Los tres participantes en el coloquio coincidieron en la necesidad de asumir riesgos como algo inherente a una actitud innovadora. Arechavala reclamó también más recursos para investigar porque, afirmó, “de lo que tenemos sacamos chispas”.
En el encuentro se pusieron sobre la mesa los principales obstáculos para la innovación. Para Arechavala, uno de ellos es el exceso de burocracia. En este punto, Eriz Sainz hizo referencia a “la falta de apetito por innovar y emprender, también en Euskadi”. En su opinión, “una situación socioeconómica que da un confort en la sociedad resta apetito por emprender o por arriesgarte más en el fondo”.

Valores
Otro punto de acuerdo de todos es la importancia de la educación en valores, el acompañamiento de un equipo, en innovar con un propósito y en aprender de los resultados que no son positivos. Sobre las innovaciones más relevantes y recientes en cada una de sus áreas de actividad, Eriz Sainz destacó la inteligencia artificial, el ‘blockchain’ y las tecnologías cuánticas, que, aseguró, “nos van a facilitar una nueva forma de trabajar y producir”. Por su parte, Arechavala señaló “la medicina personalizada” como uno de los principales avances. Y Juanjo San Sebastián valoró como las principales innovaciones en la alta montaña, que en su caso suponen salvar vidas, la tecnología que aporta información meteorológica precisa, los helicópteros y las cámaras hiperbáricas.

En el tramo final de la charla, cada uno de sus protagonistas indicó los tres elementos que se llevarían en la mochila para abordar esa expedición a la innovación. Juanjo San Sebastián se decanta por “audacia, entendida con responsabilidad, formación y capacidad de afrontar la adversidad”, a las que suma “la solidaridad”, una virtud que cobra mayor valor en situaciones difíciles como las que se dan habitualmente en la alta montaña. Arechavala citó “la ilusión”, convencida de que “si no haces estas cosas con ilusión, no llegas a ninguna parte” y de que “tienes que pensar que puedes hacerlo y que puedes cambiar algo”. Añadió también “una buena metodología” y “un equipo, o una comunidad, que te acompañe en la misión y aporte ideas diferentes” porque, considera, “sola no puedes hacer nada”. 
Por su parte, Eriz Sainz agregó que esa mochila simbólica debería incluir “el factor de oportunidad”, entendido como ”la orientación de la innovación hacia algo que luego tenga sentido y recorrido”, seguido del “talento” y del “propósito o valores”. Y lo completa destacando la importancia de “que todo tenga su encaje, no solo en un mercado, y recorrido a medio y largo plazo, para lo cuál es necesario contar con la gente adecuada para recorrer ese camino con sentido”.