La llave de la conectividad y el futuro desarrollo de la ciudad”. Así se presentó en noviembre la nueva estación Bilbao Intermodal, una infraestructura que usarán más de siete millones de viajeros al año, según las previsiones. Los datos anteriores a la alerta sanitaria ya reflejaban la buena acogida de esta estación. En concreto, más de 18.000 usuarios de media tomaban un autobús al día desde este espacio, desde el que se realizaban cada jornada casi 1.000 operaciones. Cierto es que el coronavirus ha hecho descender de forma radical el número de viajeros y también que a este sector le está costando recuperarse. No obstante, en todo este complicado momento, la Intermodal de Bilbao ha logrado mantener su número de viajes, no así el de usuarios.
Esta estación soterrada, que abrió sus puertas a finales de noviembre, cuenta con cuatro plantas bajo rasante, 30 dársenas y más de 500 plazas de aparcamiento, permitió eliminar los autobuses de la superficie, generando mínimas afecciones en el entorno. En esta infraestructura confluyen el transporte público por carretera y también trenes de cercanías, metro, tranvía, Bilbobus, taxis, el servicio de bicicletas municipal y la conexión con el aeropuerto.