Uno de los proyectos estratégicos para Euskadi en infraestructuras energéticas es, sin duda, la interconexión por el Golfo de Bizkaia, que se prevé operativo para 2025. Pero otras compañías, como CLH o Petronor, también están acometiendo importantes inversiones de cara a mejorar las infraestructuras vascas.

El Grupo Red Eléctrica contempla una inversión de 75 millones de euros en Euskadi hasta 2021 en varios proyectos de mejora del mallado eléctrico y prevé que el cable de interconexión con Francia esté operativo en 2025. Este último tendrá 370 kilómetros de longitud, con 280 de tramo submarino, entre la subestación de Gatika (cerca de Bilbao) y la de Cubnezais (en la región gala de Aquitania). Está compuesto por cuatro cables, dos por cada enlace. Este doble enlace submarino y subterráneo será en corriente continua, con una capacidad de transporte de 2x1.000 MW. El objetivo es reforzar la conexión con el sistema eléctrico europeo y la capacidad de intercambio con Francia hasta los 5.000 MW.

Recientemente la compañía volvía a insistir en que España debe reforzar sus interconexiones con Francia, dado que entre enero y agosto de 2019 la existente con Francia ha estado congestionada el 86,2 % de las horas y prevé que la que habrá para 2025 por el Golfo de Bizkaia mejorará la situación, pero no será suficiente. Cabe recordar que aunque la UE fijó que para 2020 las interconexiones de los estados miembros supusieran un 10% de la potencia instalada y el 15% para 2030, España sigue aún muy lejos de esa cifra. La situación es que tras la puesta en marcha de la interconexión subterránea con Francia, hace cuatro años, España dobló su capacidad de interconexión, que pasó del 1,4 % al 2,8% de la de potencia instalada en el país. Y cuando se ponga en marcha la submarina del Golfo de Bizkaia, alcanzará 5.000 megavatios de capacidad de interconexión, un 5% de la potencia instalada en la actualidad.

Otros proyectos
Otros actores importantes en País Vasco son CLH que ha ampliado su capacidad de almacenamiento y distribución de productos petrolíferos en 123.000 m³ con ocho nuevos tanques que supusieron una inversión de 18,2 millones de euros y Petronor, entre otros, que en verano acometía la parada de la Unidad de Refino 1, que es la mayor de las dos que dispone la refinería, y que tiene una capacidad de procesamiento de siete millones de toneladas de crudo al año. La operación ha requerido la inversión de 49 millones de euros, 22 destinados a inversiones y avances tecnológicos.