La transformación digital, la pirámide poblacional y la pandemia generada por el covid están obligando a las empresas industriales a un profundo ejercicio de adaptación a la nueva realidad, para lo que requieren perfiles profesionales con nuevas capacidades, en muchos casos difíciles de encontrar.

El escenario surgido tras la pandemia ha obligado a las empresas a resituar muchas de sus prioridades, sobre todo en el área de la gestión de sus recursos humanos, definiendo las necesidades futuras de plantilla y analizando cómo transformar su forma de trabajar para adaptarse a un nuevo contexto. A este reto, definido por Mercer en su estudio sobre Tendencias Globales de Talento en España 2021 y aplicable a todos los sectores, se suman en el ámbito de la industria 4.0 la apremiante necesidad de adaptación a la digitalización y la falta de profesionales con la cualificación para hacer frente, con la suficiente celeridad, a los cambios sobrevenidos.
Como recordaba el director de Bizkaia Talent, Iván Jimenez, hoy se están cumpliendo las previsiones realizadas en 2014 sobre futuros desajustes en la generación de talento que se iban a producir en 2020, sobre todo en ramas académicas como la ingeniería informática e industrial. Lo cierto es que las empresas se encuentran inmersas en la batalla por encontrar, atraer y retener ese talento escaso, una pelea que se está librando a nivel mundial. “Durante los años 2013 a 2015 hubo posibilidad de rescatar a muchos profesionales que se habían marchado, porque las oportunidades aquí eran menos. Hoy sin embargo, el profesional viene a escuchar y tiene claro que no va a volver a cualquier precio, entendido no exclusivamente en el sueldo sino pensando en teletrabajo, horarios, flexibilidad, beneficios sociales, etc.”, opina Jimenez.
En este escenario, la adaptación profesional es un reto al que han decidido adelantarse en Euskadi quienes conforman los grupos de trabajo de Industria, Empleo y Formación Profesional en la Mesa de Diálogo Social, esto es, Gobierno, Confebask, Comisiones Obreras y UGT, adaptando las políticas activas de empleo a las nuevas oportunidades que surgirán, adelantando los perfiles profesionales a los requerimientos de la transición digital, ambiental y demográfica que vivimos. Unas transiciones que, entienden, abrirán nuevas oportunidades de empleo, contando con los proyectos transformadores impulsados por los fondos europeos.

Y es que según las proyecciones realizadas por la consultora Manpowergroup, Euskadi recuperará antes de que termine 2022 la caída de empleo generada por el covid. El sector servicios es donde se espera un aumento más relevante en términos absolutos con la creación de 38.000 puestos y tasas de crecimiento del 2,3% y 3,3%, en 2021 y 2022, respectivamente. Al sector servicios le sigue la industria, con la creación de 11.000 puestos y crecimientos del 1,9% y del 4,1% respectivamente.
A recuperar una buena parte de ese empleo contribuyen, sin ninguna duda, convocatorias como Workinn, la única feria de empleo industrial del Estado. Organizado por AFM Cluster y Bilbao Exhibition Centre, y con el patrocinio de la Diputación Foral de Bizkaia y del Gobierno vasco, reunirá los próximos días 27 y 28 de octubre en el BEC de Barakaldo, tanto a los profesionales del sector en activo que buscan mejorar sus condiciones laborales como a quienes se encuentran en situación de desempleo y quieren regresar al mercado laboral o a graduados en busca de su primer empleo. En este foro se encontrarán con empresas, instituciones, asociaciones de máquina herramienta y otras entidades que buscan precisamente incorporar talento para ser más competitivas. En su última edición en 2019, Workinn presentó más de un centenar de ofertas de empleo.