El Informe Anual 2018 del Departamento de Hacienda y Economía del Gobierno vasco constata “el modelo virtuoso de crecimiento económico de Euskadi”, y el consejero Azpiazu subraya lo “notable” del aumento potencial de la economía vasca, por encima del 2%.

“La economía vasca cuenta con un modelo sólido de crecimiento que nos está permitiendo un progreso sostenido, con avances de empleo y productividad que nos devuelven a los niveles del corazón de Europa tras haber sufrido la crisis más duramente”. Con estas palabras, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, iniciaba la presentación del Informe Anual 2018, elaborado por su Departamento, en el que se constata “el modelo virtuoso de crecimiento económico de Euskadi, con unas tendencias estructurales a medio plazo que son solidez de su modelo económico, competitividad, cohesión y estabilidad del sector público y de sus políticas”.
Acompañado en la presentación por el viceconsejero de Economía, Finanzas y Presupuestos, Alberto Alberdi, y por el director de Economía, Jordi Campàs, Azpiazu explicó que en 2018 Euskadi logró la convergencia con la UE-15 (excluidos Malta, Chipre, Luxemburgo, los países bálticos y los del Este europeo), tras haber sufrido la crisis más duramente, y que se encuentra a la cabeza de los países con mejores registros en el índice de desarrollo humano.

El consejero también señaló que la creación de empleo, la reducción del paro y el crecimiento del PIB por habitante “suponen una mejora general considerable”. Sin embargo, reconoció que “los beneficios del progreso se reparten de manera muy desigual”.
Pedro Azpiazu recordó que el Gobierno dispone de políticas de redistribución y protección avanzadas, “que seguro se pueden mejorar todavía más”, pero añadió que una clave fundamental está en la distribución primaria de la renta y en las brechas salariales que dependen, fundamentalmente, de la regulación del mercado de trabajo. “Por ejemplo, medidas como la subida del SMI parecen especialmente oportunas y sin duda deberían complementarse con otras”.
El responsable vasco de Hacienda y Economía apuntó también que “el entorno está cambiando y todo se está volviendo más difícil: la desglobalización, las guerras comerciales, la incertidumbre tecnológica y la lucha contra el cambio climático van a seguir introduciendo complejidad en el desenvolvimiento económico”. Pero reiteró que el crecimiento potencial del País Vasco “apunta a tasas del 2% con mejoras de la productividad total de los factores del 0,8, que deberíamos tratar de incrementar a través de las políticas públicas de innovación y de mejora del capital humano que además contribuyan a la corrección de las desigualdades”.