Javier Urreta, director de Building Technologies de Tecnalia, asegura que el compromiso del sector vasco de la construcción con la tecnología y la innovación es cada vez mayor, y que aumenta el número de empresas, especialmente pymes, que apuestan por incorporar herramientas 4.0 en sus procesos.

El sector de la construcción se encuentra ante un nuevo paradigma que acelerará la implantación de la tecnología en la forma de construir y en el uso de los edificios. Estos cambios se vislumbraban antes de la pandemia, pero ahora la necesidad de darles una respuesta se ha hecho más urgente. Criterios de sostenibilidad y herramientas de digitalización están ya inmersos en el diseño y en los procesos constructivos, así como en el uso y mantenimiento de lo construido.
La pandemia y la nueva realidad están modificando el mundo tal y como lo conocíamos. ¿Cambiarán también las edificaciones?
El sector de la construcción deberá dar respuesta y tener en cuenta los cambios que se han producido tanto en el ámbito de los hogares –donde, en muchos casos, han irrumpido oficinas improvisadas con la generalización del teletrabajo– como en el propio ámbito laboral. A nivel general, se necesitan espacios más versátiles, más saludables, y se deberá tener en cuenta el diseño de espacios y mobiliario que permitan la trasformación del hábitat interior, dando respuesta a los retos actuales. Por otra parte, la demanda de una sociedad más amigable con el planeta, nos lleva al desarrollo de materiales inteligentes, a la utilización de súper aislantes en las fachadas, biomateriales, etc., que sirven tanto para la construcción de edificios generadores y almacenadores de energía, como para los procesos de transformación, rehabilitación y regeneración urbana que se están produciendo.

¿Qué retos identifica Tecnalia para el sector de la construcción?
Creemos que los dos grandes retos en los cuales están implicadas tanto la parte empresarial como la parte pública, son la sostenibilidad y la digitalización. Si hablamos de sostenibilidad, nos referimos a ir evolucionando hacia un sector cada vez más amigable con el medio ambiente. Hablamos de reducir el consumo de recursos naturales mediante el aprovechamiento, reciclado, y reutilización de materiales. Se está trabajando también mucho en incrementar la vida útil de los edificios. También es esencial mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en sus edificios y entornos urbanos, reduciendo el consumo energético y optimizando tanto la accesibilidad física como la sensorial. Y el segundo gran paradigma es la digitalización, que va a ser el vector de transformación para los próximos años y que se ha visto tremendamente acelerado por la pandemia. Esto nos va a permitir tanto mejorar la eficiencia en los procesos actuales como dotarnos de herramientas que nos permitan dar una respuesta más adecuada a las necesidades que tienen las empresas, las inmobiliarias y el propietario final.

¿Y qué tecnologías están incorporando las empresas?
La digitalización hace ya años que forma parte de los procesos de diseño del mundo industrial, y la transición del 2D al 3D empezó a llegar poco a poco a otros sectores como el de la construcción. Así, la aplicación del ‘big data’, internet de las cosas, la realidad aumentada, la robótica… implican la transformación del sector y de todos los eslabones de la cadena de valor del mismo. Cabe destacar la importancia de la implantación del modelo BIM (Building Information Modeling) en el sector, modelos digitales del edificio que consiguen unos resultados más eficientes y de mayor calidad, a partir de software que permite el diseño en 3D del inmueble y recopilar información con diferentes objetivos, como planificar la obra, predecir el comportamiento del edificio (a nivel energético, acústico, ante el cambio climático…), conocer las características de cada material, etc.
Pero hemos dado un paso más allá, y hemos trasladado el concepto de gemelo digital de la industria a la gestión del edificio, generando el primer gemelo digital de un edificio real, en Kubik, nuestra instalación experimental ubicada en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia, que cuenta con una representación virtual, donde se refleja en tiempo real cualquier actividad que se realice en el edificio, a través de más de 800 sensores que lo monitorizan. Gracias a la predicción de fallos en las instalaciones y la simulación de las actividades en el edificio, permite obtener ahorros de hasta el 40% en consumo energético y el 20% en mantenimiento.