El Gobierno vasco puso en marcha el Observatorio Internacional para calcular el impacto económico y comercial de la invasión rusa de Ucrania en la industria del territorio. El informe hacía referencia en mayo a las materias primas industriales, entre ellas el aluminio, el cobre y el acero, de las que es usuaria la industria siderúrgica, destacando que la demanda de estos crecerá y que la volatilidad de los precios se mantendrá.
El documento refleja que la demanda de aluminio está empezando a verse afectada, ya que los proveedores rusos han reducido su producción y las empresas han limitado sus compras al país. Así, se espera un crecimiento del 1,9% de la demanda mundial, y se prevé un incremento de la producción del 0,7%. Con todo, se espera un déficit de dos millones de toneladas en los próximos dos años, con el consecuente aumento de los precios.

El consumo de cobre seguirá creciendo (+1,6%) dado que el conflicto ha llevado a los países europeos a acelerar sus planes para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. En esta línea, la producción crecerá sobre un 3,3% y, tras alcanzar el precio máximo en octubre (11.113 dólares/t), se espera que el promedio se sitúe en torno a los 10.424 dólares/t en 2022.
El consumo de acero se desacelerará, pero la producción continuará creciendo. Con las importaciones de acero ruso prohibidas y la producción ucraniana interrumpida por los ataques, el impacto en las empresas europeas se ha visto amortiguado por los niveles de inventario que surgieron durante la pandemia. En los próximos meses se espera que los precios sufran incrementos, aunque la evolución dependerá de la duración del conflicto y de los precios de la energía.