La cultura participativa y solidaria del cooperativismo vasco, faro para la recuperación

Un estudio de CSCE-EKGK revela que son el tipo de organización empresarial mejor reconocida a nivel social por la ciudadanía

La presidenta de Konfekoop, Rosa Lavín, durante su intervención en la asamblea.

Los valores de las cooperativas, basados en una cultura participativa y solidaria, han salido reforzadas este año y medio de pandemia, demostrando además su gran capacidad para ayudar en la reconstrucción económica y social. El profundo arraigo del cooerativismo en Euskadi representa una gran fortaleza de país de cara a lograr este objetivo.

La última Asamblea General de la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop) ha reafirmado la capacidad del cooperativismo para actuar como “agente clave” en la recuperación económica. Konfekoop agrupa a 1.300 empresas de todos los sectores, que emplean a 59.000 personas y que suman 1,4 millones de socios. La facturación de estas cooperativas asciende a 11.000 millones de euros, que representa el 6% del PIB de la Comunidad Autónoma Vasca.
Pese a las repercusiones de la pandemia de coronavirus sobre la actividad económica, Konfekoop realizó en su asamblea un balance positivo, con un aumento del número de cooperativas asociadas de un 2,1% y un crecimiento de 2.526 en el numero de empleos generados (+4,5%). La presidenta de la confederación, Rosa Lavín, destacó la capacidad de adaptación de las empresas cooperativas como “clave” para que este modelo empresarial salga reforzado de la crisis, “convirtiéndose en una salida real y demostrando su característica anticíclica”. “Todo ello –añadió- a través de la aplicación de valores de participación, democracia, responsabilidad, autoexigencia y solidaridad”.
Lavín agradeció a todas las cooperativas su respuesta “firme y el incansable trabajo” desarrollado en los últimos meses. Entre otras, citó el caso de las empresas que han tenido que adoptar “medidas duras” de contención financiera, así como el de aquellas que “con valentía han dado el paso de emprender” en la actividad cooperativa, las que han trabajado “en primera línea” durante la pandemia, y las que han prestado servicios esenciales.

Konfekoop agrupa a 1.300 empresas, que

dan trabajo a 59.000 personas y facturan

11.000 millones de euros, el 6% del PIB de la CAV

Konfekoop reveló también en su encuentro celebrado en Miñano (Álava) que las empresas cooperativas han adoptado medidas orientadas tanto al “robustecimiento patrimonial”, como a la contención salarial, la búsqueda de canales cercanos de distribución y mercados de proximidad, o la reorientación de actividades, recolocación de puestos y calendarios móviles. En esta línea, Rosa Lavín puso en valor al tejido cooperativo como parte esencial de la recuperación, por tratarse de “un modelo de eficiencia económica y resistencia económica y social”.
Por otro lado, el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE-EKGK) aprovechó el día Internacional de las Cooperativas. celebrado el 3 de julio, para presentar un estudio en el que se destaca que las cooperativas son el tipo de organización empresarial mejor reconocida a nivel social por la ciudadanía vasca.
Tanto CSCE-EKGK como Konfekoop aprovecharon la conmemoración para transmitir el mensaje de que los valores de la empresa cooperativa han salido reforzados tras este año de pandemia. “Hoy más que nunca es necesario un modelo económico que tenga como protagonista a las personas y orientado al bien común. Si queremos salir mejor de esta crisis debemos cooperar”, destacaron responsables de ambas entidades.

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