En 2008, la ‘burbuja inmobiliaria’ llegó tarde a Euskadi, pero llegó, haciendo mella en el sector de la construcción, con fuertes caídas en el valor añadido hasta 2014. Poco a poco el sector se fue reactivando y cerró 2019 con un crecimiento del 7,9%. Algo que el coronavirus ha frenado.

El sector de la construcción no es ajeno a la incidencia de la pandemia. Quizás lo sufra con un cierto decalaje temporal, pero su impacto será importante y se empieza a notar. La actividad de la construcción en Euskadi entre enero y marzo disminuyó un 0,8% con respecto al cuarto trimestre de 2019, registrándose una bajada de tres décimas en el subsector de la edificación y de cuatro puntos en la obra civil, según datos de Eustat. No obstante, en comparación con el primer trimestre de 2019, el crecimiento fue del 1,9%, debido al buen comportamiento de la edificación, que anotó un ascenso interanual del 2,8%; la obra civil, en cambio, bajó un 4,2%.
Por otra parte, entre enero y marzo se mantuvo el empleo en el sector –apenas creció un 0,1%–, pero hay que tener en cuenta que entre las personas empleadas se incluyen las acogidas a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).Y que el índice Coyuntural de la Construcción del primer trimestre de 2020 refleja solo en la sexta parte del período (dos semanas, de las 12 analizadas) la excepcionalidad de la situación.

La bajada intertrimestral y la reducción en el crecimiento interanual (no llega al 2%) ponen de manifiesto que la construcción, que venía subiendo ininterrumpidamente desde mediados de 2016, se frena en Euskadi en el primer trimestre de 2020, aunque se mantenga en cifras positivas. Bien es cierto que el pasado año el sector experimentó una ralentización en su crecimiento, lo que supuso el fin del ciclo expansivo, que no ha permitido recuperar los niveles previos a la recesión de 2008.
Esta es una de las conclusiones del estudio 'El sector de la construcción en 2019. Balance del cuatrienio de reactivación 2016-2019', del Observatorio Vasco de la Vivienda –elaborado durante el primer cuatrimestre de 2020–, en el que se señala el peso de la construcción en el PIB vasco, del 6% el pasado año, era cuatro puntos más bajo que en 2007, y sus 51.000 empleos suponían 33.000 puestos menos.
Asimismo, el estudio confirma que, debido a la pandemia de Covid-19, se ha registrado “un fuerte parón” de la actividad de edificación residencial y de rehabilitación. El Observatorio subraya ese “balance final del proceso de reactivación” y que, además, “estamos asistiendo, en general, a la crisis más intensa desde hace décadas”, y añade que la duración de la crisis y su afección sobre la demanda de vivienda dependerán del impacto que tenga sobre el desempleo y la demanda de los hogares.

Empresas y empleo
Por otro lado, según los datos del Observatorio, el año pasado se produjo un aumento del número de establecimientos del sector cercano al 1%, pero sin alcanzar niveles de 2008. En concreto, entonces existían más de 34.000 establecimientos en el sector y en 2019 unos 20.000, lo que representa más del 40% menos.
En la misma línea, el peso del tejido empresarial de la Construcción en la economía vasca se ha reducido desde el 17% en 2008 a cerca del 12% el año pasado.
En materia de empleo, se indica que el balance durante la reactivación es “poco favorable”, entre otros factores, porque comenzó a generar “de forma tardía” empleo neto a un ritmo “significativo”. En concreto, en 2019 el empleo del sector creció un 1,6%, con un total de 51.100 personas ocupadas; pero esa cifra solo supone 5.000 empleos netos creados desde 2013.
Según los datos del informe, en 2007 estaban empleadas 84.600 personas en el sector en Euskadi, 33.000 más que en la actualidad, y la construcción ha pasado de representar el 8,4% del empleo vasco en 2008 al 5,4% en el último ejercicio.