La actividad emprendedora resiste al covid pero no a la incertidumbre

El Informe GEM pronostica una caída de proyectos en los próximos tres años en la CAV

María Saiz, presidenta del Observatorio Vasco de Emprendimiento, expuso las principales conclusiones de la investigación desarrollada por expertos de las tres universidades de la CAV.

La actividad emprendedora en Euskadi, considerada motor de innovación y empleo, ha resistido el embate del covid, si bien la incertidumbre e inseguridad generadas por la pandemia están condicionando la percepción de nuevas oportunidades y elevando el miedo al fracaso, según constata el último informe elaborado por el Observatorio Vasco de Emprendimiento.

El nuevo Informe Global Entrepreneurship Monitor GEM?Comunidad Autónoma del País Vasco 2020-2021, elaborado por investigadores de la Universidad de Deusto, UPV-EHU y Mondragon Unibertsitatea y presentado el pasado 9 de julio en Donostia, recoge las principales características de las personas emprendedoras, las tendencias globales del ecosistema emprendedor vasco y los sectores de actividad donde se desarrollan los nuevos proyectos, en un momento completamente extraordinario por la llegada de la crisis del covid. Todo ello, bajo una perspectiva comparativa internacional que permite observar mejor los puntos fuertes y débiles del entorno emprendedor en la CAV.
Entre las principales conclusiones, el Informe destaca un avance en la actividad emprendedora en la CAV donde el 5,25% de la población posee una empresa de menos de 3,5 años de vida, si bien las intenciones de emprender en los tres próximos años se van a ver reducidas por la pandemia.

El perfil medio de la persona emprendedora es de 40 años,

paritario en género, un 60% con educación superior, que

se financia con ahorros propios y se decide a dar

el paso por ganarse la vida

En cuanto al perfil de la persona emprendedora, se mantiene en 40 años, sin apenas diferencia de género, más del 60% con un nivel de educación superior y post-universitaria y una renta un tercio superior. En cuanto a las personas con empresa consolidada, presentan una edad media de 51 años, superando las mujeres (52%) por primera vez a los empresarios. También varía el motivo para dar el paso, pasando de ser un emprendimiento de oportunidad a ser un medio para ‘ganarse la vida’ por falta de empleo alternativo.

Financiación

Los ahorros personales siguen siendo el recurso más habitual, en el 56% de los casos el único, para lanzar un proyecto, con un promedio de 15.000 euros. Solo uno de cada cuatro ha accedido a financiación bancaria y quien lo ha hecho ha cubierto el 64% de sus necesidades financieras.
En cuanto al tipo de actividad, desciende, del 65,7% al 56,6%, el peso relativo de los negocios que ofrecen servicios básicos y cobran un mayor protagonismo aquellos intensivos en conocimiento y la industria, energía y saneamiento. Y mientras los proyectos consolidados incrementan el empleo creado, en el emprendimiento nuevo generador de empleo de impacto se reduce al 0% y las perspectivas a futuro no son muy positivas.
Los autores del informe señalan la falta de apoyo financiero, las normas sociales y culturales, la educación y formación como los principales obstáculos para emprender. Por el contrario, valoran positivamente las políticas gubernamentales, el acceso a la infraestructura comercial y profesional, y los programas gubernamentales diseñados para su impulso.

Palanca de valor y de reactivación

Desde el Gobierno vasco se entiende el emprendimiento como un reto prioritario de país y como la “palanca que aporte valor a la mejora competitiva” de Euskadi por lo que apuesta por imprimir “agilidad y capacidad de respuesta” a cada iniciativa que aspire a convertirse en un proyecto empresarial, reduciendo los tiempos de tramitación administrativa. Así, el Plan Interinstitucional de Emprendimiento 2024 aprobado el pasado mes de abril plantea plazos de constitución de una nueva empresa en 48 horas para que toda buena idea, bien definida y articulada, no corra el riesgo de quedarse en el camino. Para ello el Ejecutivo proyecta una inversión directa de 259 millones y 130 millones adicionales para todas las etapas del proceso emprendedor y se plantea impulsar hasta 2024 un total de 1.000 nuevos proyectos, creando 450 nuevas empresas de base tecnológica.

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