Invertir en oro, una forma segura de proteger los activos frente a la incertidumbre
- Estrategia Empresarial
- 01-Diciembre-2016
El oro también está sujeto a la evolución de los mercados.
Considerado el valor refugio por excelencia, el oro ha registrado en los últimos años, debido a la crisis financiera mundial, una importante demanda. En España, según datos aportados por Sempi, Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión, la compra de lingotes de oro se ha incrementado un 20% con la crisis. Su demanda a lo largo del primer semestre de 2016 ha alcanzado la cifra récord de 1.064 toneladas, debido a la incertidumbre provocada por el Brexit y la búsqueda de unas rentabilidades que otros productos no ofrecen.
En su mayor parte el oro constituye una mercancía como el petróleo. Y puede ser una forma de asegurar los activos. Por tanto, al tomar cualquier decisión de compra o venta, un inversor deberá estar atento a la evolución del mercado, con respecto al aumento o disminución de la oferta y la demanda, explican desde Foster Swiss, firma que comercializa oro suizo bancarizado.
En su mayor parte el oro constituye una mercancía como el petróleo. Y puede ser una forma de asegurar los activos. Por tanto, al tomar cualquier decisión de compra o venta, un inversor deberá estar atento a la evolución del mercado, con respecto al aumento o disminución de la oferta y la demanda, explican desde Foster Swiss, firma que comercializa oro suizo bancarizado.
El oro también se puede utilizar en época
de hiperinflación para mantener
el poder adquisitivo
Al mismo tiempo, el oro debe ser visto como una forma de seguro contra cualquier evento catastrófico que golpee de manera significativa los mercados financieros globales. Aunque si llegara a ocurrir realmente, es posible que solo fuera útil para aquellos que lo disponen físicamente, opción que gestionan en Sempi. El oro también puede ser de utilidad en los períodos de hiperinflación como un método para mantener el poder de comprar de forma más segura que con cualquier divisa. Inversores argentinos que sufrieron los efectos de la hiperinflación entre 1989 y 1990 pudieron proteger sus efectos nocivos con el oro.