Inaugurado el último tramo de la línea de alta velocidad París-Burdeos

Mientras el Gobierno vasco y el central cerraban los acuerdos sobre los accesos del TAV y las estaciones en las tres capitales, y pocos días después de que comenzaran las obras para la conexión de la Y ferroviaria vasca con Francia, mediante el tercer carril en el trayecto Astigarraga-Irún, el presidente francés, François Hollande, inauguraba el último tramo que quedaba por finalizar de la línea de tren de alta velocidad París-Burdeos; un trayecto que, entre otras cosas, reducirá en más de una hora el recorrido entre la capital francesa y el País Vasco.
Esta línea ferroviaria, cuyas obras comenzaron en 2012, tiene una longitud de 340 kilómetros y ha sido, según Hollande, “la mayor de ingeniería civil de Europa”, en la que llegaron a trabajar hasta 8.500 personas. Entrará en servicio el próximo 2 de julio. El propio presidente francés destacó que “lo que hacemos aquí no es sólo para Francia, sino también para Europa”, porque la nueva infraestructura “permitirá también ir hasta España”, sobre todo con la prolongación hacia la frontera en el País Vasco del tramo Burdeos-Dax, actualmente en estudio, igual que el Burdeos-Toulouse.
El nuevo corredor entre Tours y Burdeos ha supuesto una inversión global de 9.000 millones de euros.

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