Los centros tecnológicos vascos están muy involucrados en todo lo relacionado con la ecoinnovación. Así, por ejemplo, Gaiker-IK4 participa en el proyecto C-Recycling II para elaborar y permitir la industrialización de nuevos productos intermedios y finales de alto valor añadido, procedentes de composites de carbono reciclado. También está involucrado en el proyecto C-Servees, que busca promover la implantación de modelos de economía circular en el ámbito del sector eléctrico-electrónico mediante la aplicación de soluciones ecoinnovadoras en todas las etapas del ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos. En el ámbito de los residuos, Ceit-IK4 ha desarrollado una planta piloto que permite recuperar sales de fósforo en forma de fertilizante a partir de corrientes residuales.
Por su parte, Neiker-Tecnalia en colaboración con la UPV-EHU, está desarrollando una innovadora metodología de recuperación biológica de suelos contaminados que emplea conjuntamente plantas, mayoritariamente de la familia ‘brassicaceae’ y con capacidad de extracción de metales pesados, y microorganismos que degradan contaminantes orgánicos. El objetivo de esta tecnología es remediar suelos simultáneamente contaminados con compuestos orgánicos y metales pesados utilizando para ello tratamientos biológicos ‘in situ’.
Por último, Azti-Tecnalia ha sido seleccionada para coordinar un proyecto europeo que busca reducir las posibles afectaciones ambientales de la actividad acuícola, a través del uso de la metodología de la Unión Europea, Huella Ambiental de Productos (PEF, por sus siglas en inglés). En esta iniciativa del programa LIife participa un consorcio formado por empresas de Grecia, Bélgica, y España. Este proyecto, denominado Life AquaPEF, busca la implementación de la metodología en el sector acuícola mediterráneo.