El Museo Guggenheim Bilbao se ha convertido en la primera institución museística del Estado en obtener la certificación de Aenor por el protocolo de actuación seguido frente al Covid-19, un certificado de buenas prácticas que avala las medidas implantadas para asegurar una visita protegida y de calidad.
De otro lado, el Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim Bilbao hizo balance de actividad de los cinco primeros meses del año que, si bien, había arrancado con cifras de visitantes por encima de lo previsto (a 14 de marzo superaba un 20% las previsiones), se ha visto afectado por el cierre forzoso de las instalaciones, que también ha impctado en la programación. Las cuatro exposiciones abiertas entre febrero y marzo (Olafur Eliasson: en la vida real; Richard Artschwager, Lygia Clark. La pintura como campo experimental, 1948–1958; y William Kentridge: 7 Fragmentos) se han prolongado hasta después del verano y en el último trimestre se ofrecerán las muestras dedicadas a Lee Krasner y a Kandinsky.
De cara al próximo año se preven, entre otras, una muestra de pintura de artistas vascos en el fin de siglo XIX y comienzos del XX; los planteamientos artísticos de los ‘locos años veinte’, una exposición sobre la contribución de las mujeres artistas al lenguaje de la abstracción, o la dedicada los expresivos retratos de la pintora Alice Neel.