Estas tecnologías habilitadoras se han estructurado en cuatro bloques: tecnologías que permitan captar el dato de manera precisa, recurrente, con información de contexto y trazabilidad digital (internet de las cosas – IoT); tecnologías que transforman ese dato en ‘riqueza’ e información relevante para la toma de decisiones (inteligencia artificial); tecnologías que hacen amigable la información creada, que permiten interpretar de forma intuitiva y rápida el uso de esa información en el desempeño profesional de todas las personas (inteligencia experiencial); y, en cuarto lugar, tecnologías que nos protegen, garantizan el suministro de servicio o producto, o aseguran la privacidad de los datos (ciberseguridad).
Para reforzar estas tecnologías habilitadoras y agregar más valor al mercado, GAIA está implementando, ordenando y estructurando una oferta especializada en torno a las tecnologías habilitadoras priorizadas. El resultado de este trabajo comienza a vislumbrarse: Euskadi es hoy un nodo de especialización referente en ciberseguridad industrial, con más de 60 empresas; cuenta con la implementación de laboratorios y buenas prácticas en torno a la IoT, que ya aglutina a más de 40 firmas; y se ha consolidado el grupo de trabajo de inteligencia experiencial, con más de 20 empresas. Asimismo, se ha impulsado la puesta en marcha de un grupo de trabajo en torno a la cadena de oferta de la inteligencia artificial, que aglutina ya a más de 45 empresas.
Colaboración Además de ello, GAIA colabora con compañías en su proceso de digitalización y de adaptación a la Industria 4.0. En cada caso, “le acompañamos para que identifique qué necesidades tiene. ‘Traducimos’ esas necesidades a lo que son competencias, experiencias y soluciones ya experimentadas y, posteriormente, trasladamos a la empresa las posibilidades de respuesta que tiene a su disposición desde el conjunto de organizaciones que integramos GAIA”, explica Elena Zarraga, presidenta del clúster. A partir de ahí, la empresa valora lo que más le encaja y decide.