El sector del acero cerró 2023 con una leve bajada de la producción
- Estrategia Empresarial
- 01-Julio-2024
La demanda de acero en el Estado se incrementó un 1,2%. Foto: Freepik
Juicio de Unesid: el 2023 fue un año con escasas variaciones en cuanto al volumen de actividad, con un leve descenso en la producción de acero en España, que alcanzó un 1,2%, hasta los 11,4 millones de toneladas. Pese a ello, y según la Unión de Empresas Siderúrgicas, la demanda española de acero ha experimentado un ligero incremento, del 1,2%, hasta registrar un total de 12,6 millones de toneladas. En este contexto, el ejercicio reflejó un descenso de las importaciones, del 3,3%, focalizado en la recuperación de los proveedores terceros. Por su parte, el sector cerró 2023 con un 5,8% de disminución de las exportaciones, alcanzando los 7,6 millones de toneladas.
Estos datos fueron aportados por Unesid en el transcurso de su reciente Junta General, en la que el presidente de la entidad, Bernardo Velázquez, señaló que la tendencia hasta la fecha en 2024 es similar, “pendientes de la esperada bajada real de tipos y de cambios favorables en la regulación”. Estos últimos podrían favorecer la inversión y el crecimiento económico. Uno de los puntos regulatorios que más urgencia requiere para Unesid es la aprobación de la orden ministerial para el aumento de la masa máxima de los camiones hasta las 44 toneladas. Esta situación mejoraría el tráfico rodado en las carreteras, por la disminución de viajes, al mismo tiempo que ahorrará la emisión de hasta 150.000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero (CO2).
11,4 millones fueron las toneladas producidas
Además, y entre otras cuestiones, la Unión de Empresas Siderúrgicas continúa denunciando desde hace años los elevados costes energéticos que supone producir acero en España, casi el doble que en otros países de la UE como Francia o Alemania. Asimismo, reclamó al Gobierno compensar los sobrecostes eléctricos derivados del comercio de emisiones, con el 25% de los ingresos por las subastas de derechos de emisión de CO2, autorizados por la regulación europea. Por último, otro de los asuntos importantes tratados durante la asamblea fue el mecanismo de ajuste en frontera del carbono (CBAM), cuyos efectos reales no se esperan hasta 2030, pero que repercuten negativamente en la actividad siderúrgica.