La Diputación Foral de Gipuzkoa ha presentado este lunes el proyecto de conexión entre la A-15 y la N-I en el entorno de Bazkardo, en Andoain, que reorganizará la confluencia entre estas dos carreteras mediante una estructura en lazo. En “una de las conexiones de vías más importante y transitada” de Gipuzkoa, esta solución busca resolver el nudo viario que provoca retenciones que afectan diariamente a conductores y conductoras, y mejorar la fluidez sin interferir en la trama urbana del municipio. 
El proyecto ha sido presentado este lunes por la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola. La solución planteada prioriza un menor impacto y permite acabar con las retenciones en Bazkardo, un punto crítico que, en palabras de Mendoza, representa “el mayor foco de atascos diarios de todo el territorio de Gipuzkoa”.
Con el nuevo diseño, se prevé una mejora significativa en la funcionalidad y capacidad, garantizando una circulación más fluida y minimizando las afecciones a la trama urbana de Andoain, ya que todo el enlace se desplaza más al norte y se aleja del área urbana. Se estima que el lazo absorberá alrededor de 18.500 vehículos diarios (IMD) del tráfico procedente de Astigarraga (A-15) en dirección sur, que actualmente se incorpora a la N-I en sentido Tolosa. En total, por este tramo donde se suman los tráficos de la N-I y la A-15 a la altura del centro de Andoain, circulan hasta 70.000 vehículos al día (IMD).
En este sentido, Mendoza ha subrayado que el diseño de la nueva infraestructura no solo reorganizará los tráficos, sino que también abre la posibilidad de incorporar mejoras para los barrios afectados, favoreciendo la integración de la infraestructura en su entorno.

Redistribución del tráfico
La actual conexión de la A-15 con la N-I en Andoain, en sentido sur hacia Tolosa, se realiza mediante un único carril con un trazado sinuoso y curvas cerradas. Esta configuración es muy limitada y provoca retenciones diarias, agravadas por la circulación de vehículos pesados, que dificultan la fluidez del tráfico y generan retrasos constantes. La A-15 en su tramo desde Astigarraga hasta la confluencia de Andoain soporta diariamente una media de 37.000 vehículos (IMD). 
El nuevo trazado partirá desde la salida del túnel de Atorrasagasti y mantendrá los dos carriles hasta la convergencia con la N-I que proviene de Lasarte. El tronco de la A-15 sobrevolará perpendicularmente la N-I y el río Oria mediante una primera estructura de 595 metros de longitud. A continuación, una segunda estructura curva de 215 metros volverá a cruzar la N-I y el río Oria, descendiendo hasta confluir con la N-I en el tramo Tolosa-Lasarte. La configuración final de la calzada incluirá dos carriles de 3,5 metros, arcenes de 2 y 1 metro y barreras de seguridad de 0,6 metros de ancho. Además, se ha previsto la instalación de alumbrado y pantallas antirruido en el primer tramo del viaducto, con el objetivo de minimizar el impacto.
El trazado se divide en las siguientes fases: 
   • Comienza a la salida del túnel de Atorrasagasti. El ramal de salida al enlace de Buruntza (para los tráficos no de paso) se realizará a través de la margen izquierda de la calzada mientras que se mantienen los dos carriles para los vehículos que circulan en dirección Tolosa (tronco de la A-15).
   • El tronco de la A-15 sobrevuela perpendicularmente sobre la N-I y el río Oria mediante una primera estructura que se apoya en la ladera izquierda del valle en una longitud de 70m. La estructura se encuentra apoyada en 8 pilas (9 vanos) y tiene una longitud de 595m.
   • A continuación, una segunda estructura curva vuelve a cruzar la N-I y el río Oria y va perdiendo altura hasta aterrizar en la explanada anexa a la calzada “Tolosa – Lasarte” de la N-I. Esta estructura tiene 5 pilas (6 vanos) y una longitud de 215m.
   • La confluencia de la A-15 y de la N-I y el paso de 4 a tres carriles finaliza a la altura del paso peatonal actual.
Por su parte, el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola, ha destacado que el diseño presentado es fruto de un análisis detallado para minimizar la afección a la trama urbana del municipio. "Este planteamiento posibilita mejorar la interacción de la N-I con el núcleo urbano de Andoain, abriendo la puerta a proponer mejoras en el entorno y los barrios”. Además, “es importante destacar que la afección al tráfico durante la ejecución de la obra será mínima, ya que la mayor parte de la actuación consiste en la construcción de nuevas estructuras sin afectar a la circulación actual", ha afirmado Urkola.
El coste estimado del proyecto asciende a 43 millones de euros, y la licitación para la redacción de este ya ha sido aprobada por 386.297,93 euros (IVA incluido). Según el calendario previsto, la redacción del proyecto se llevará a cabo en el segundo semestre de 2025, con la licitación de las obras y el comienzo de éstas a lo largo de 2026.