El puente de Burceña de Aurelio Arteta llega a Itsasmuseum gracias al programa La Obra Invitada

Gonzalo Olabarria, Miguel Zugaza, Miriam Alzuri, y Jon Ruigómez, presentando la sexta edición del programa La Obra Invitada. Foto: Itsasmuseum

Gonzalo Olabarria, concejal de Cultura y Gobernanza del Ayuntamiento de Bilbao; Miguel Zugaza y Miriam Alzuri, director y conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao, respectivamente; y Jon Ruigómez, director de Itsasmuseum Bilbao; han presentado el 24 de noviembre en el marco del programa La Obra Invitada, y en su sexta edición, El puente de Burceña, un emblemático lienzo del pintor Aurelio Arteta que entró a formar parte de la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1940.

Programa La Obra Invitada
Este acuerdo de colaboración entre ambas instituciones museísticas comenzó en 2018 con el doble objetivo de aportar dinamismo a la propuesta expositiva de Itsasmuseum y de recontextualizar en sus salas obras singulares de la centenaria pinacoteca bilbaína para generar un diálogo innovador y coherente entre las obras temporalmente cedidas y las piezas representativas de la cultura y el patrimonio marítimos del territorio.
Entre otros proyectos llevados a cabo conjuntamente desde que el Museo Marítimo, hoy Itsasmuseum, abriera sus puertas hace ahora 20 años, destaca la exposición El mar en el arte, el arte del mar, celebrada en 2011 y compuesta por un centenar de piezas del Museo de Bellas Artes de Bilbao. 
La pintura de Arteta que desde hoy se exhibe en Itsasmuseum es la sexta Obra Invitada después de la escultura El timonel de Quintín de Torre (c. 1913) y las pinturas El grumete blanco (c. 1922-1924) de Julián de Tellaeche, Bilbo MMX (2010) de Jesus Mari Lazkano, El barco azul (1985-1986) de Mari Puri Herrero y Mal tiempo. Holanda (c. 1902) de Álvaro Alcalá Galiano. 
Con la finalidad de dar difusión al programa, se organizan conferencias a cargo del equipo curatorial del Museo de Bellas Artes como “Quintín de Torre, tradición y modernidad”, “Julián de Tellaeche. Pintor del mar y sus gentes”, “El barco azul, entre la noche y el día” o, más recientemente, “Un pintor en busca de sus paisajes”. 

El puente de Burceña 
Considerada una de las obras maestras del arte vasco de la primera mitad del siglo XX, este paisaje urbano ingresó en la colección del museo meses antes de la muerte de su autor. No está fechado, aunque su estilo corresponde al de la madurez artística de Arteta, que trabaja sin hacer concesiones a lo anecdótico o lo decorativo y resuelve las composiciones mediante recursos puramente plásticos. Aunque el pintor ha situado la escena en un arrabal obrero, en el cuadro no hay ni exaltación del trabajo ni tampoco una reivindicación de carácter social.
El elemento compositivo principal es la estructura romboidal de los tirantes del puente de hierro sobre el río Cadagua construido a finales de la década de 1870 por el ingeniero Adolfo Ibarreta para unir el barrio bilbaíno de Zorrotza con el de Burtzena (Barakaldo). Acodado en la barandilla, un obrero contempla el panorama a sus pies, donde un caballo blanco con jinete que abreva en el río y una barca remiten a un arcádico y desaparecido mundo agrario. Al fondo, como emblemas del presente industrial de la zona, se sitúan un conjunto de viviendas obreras de volúmenes cúbicos y una gran chimenea.

Aurelio Arteta
(Bilbao, 1879-Ciudad de México, 1940)
Arteta fue pintor, cartelista e ilustrador, e inició su carrera en Bilbao a comienzos del siglo XX. Estudió en las Escuelas de Artes y Oficios de Bilbao y Valladolid, y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y completó su formación artística en París y en Italia en contacto con las novedades estéticas simbolistas y postimpresionistas. Hasta la década de 1920 trabajó en contacto con la próspera burguesía vizcaína, para la que creó numerosas obras de temática costumbrista rural y marinera, retratos e importantes conjuntos decorativos, como el que realizó para el palacio Munoa de Barakaldo hacia 1913-1915.
Su mirada se posó también sobre los sombríos ambientes fabriles y suburbiales de Bilbao, Barakaldo o Sestao, producto de la industrialización, que representó en composiciones de sobria y melancólica belleza. En 1924 fue nombrado director del recién creado Museo de Arte Moderno de Bilbao, donde impulsó una política de exposiciones y adquisiciones de artistas contemporáneos.
En esos años su pintura, sintética y estructurada, acusó la influencia de la tradición cézanniana y postcubista. La Guerra Civil le llevó primero a Francia, donde realizó inolvidables obras de temática bélica, como el llamado Tríptico de la guerra, y en 1939 a México. En ese país falleció casi año y medio después de su llegada a consecuencia de un accidente de tranvía. (Miriam Alzuri. Conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo Museo de Bellas Artes de Bilbao).

Conferencia a cargo de Miriam Alzuri
Arteta, emblemas de un pasado industrial
Auditorio Itsasmuseum Bilbao, jueves 25 de enero, 19.00 horas
Entrada libre

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