Las dificultades persisten y la previsión del Gobierno vasco es que la economía crezca este año un 8,6%, tras cerrar 2020 con una caída del 9,5% y dejar la tasa de paro en el 10,3%. No obstante, el Ejecutivo lanza un mensaje de ánimo y confianza para reducir los efectos de la pandemia.

La economía vasca cayó un 9,5% el pasado año, según el Avance de las Cuentas Trimestrales correspondientes al cuatro trimestre de 2020, que elabora Eustat. La cifra mejora en seis décimas la previsión del Gobierno vasco empleada en la elaboración de los Presupuestos de 2021, al haberse registrado un tercer trimestre de 2020 mejor de lo previsto inicialmente –y eso, a pesar de la segunda ola de la pandemia–, pero las previsiones de la Dirección de Economía y Planificación indican que el rebote será algo menor este año, situándose en el 8,6%; es decir, tres décimas por debajo de la anunciado. En materia de empleo, la tasa de paro para 2020 se estima en un 10,3%, mientras que la previsión indica que en 2021 bajará al 9,8%.

Al presentar los datos, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, subrayó que la extensión de la pandemia y las restricciones a la movilidad adoptadas para hacerla frente han sido un condicionante que ha llevado a anotar descensos en casi todos los países. Fijándose en Europa, el consejero vasco dijo que el continente ha comenzado a transitar por la vía de la recuperación, gracias al impulso de la industria y del sector exterior.
Y recordó que la economía vasca también ha seguido ese modelo de recuperación cuando ha atravesado fases de recesión: “El sector exterior tira de la industria vasca, que atrae a los servicios asociados a ella, aumenta el empleo y este incrementa la demanda de bienes y servicios; todo ello, en un círculo virtuoso de mejoras”. Por ello, y pese a las dificultades existentes, Azpiazu quiso lanzar un mensaje de ánimo y confianza a la sociedad: “Si somos capaces de reducir los devastadores efectos del covid-19, la recuperación llegará más pronto que tarde”.