El Consejo Vasco de Finanzas Públicas (CVFP) activó en su última reunión el Fondo Extraordinario anunciado el pasado año, para equilibrar y compensar a los territorios –Álava y Gipuzkoa– que se sienten perjudicados por las cantidades que entregan al Ejecutivo autónomo. No obstante, la ansiada nueva Ley de Aportación deberá seguir esperando.

Una vez aplicada la liquidación del Fondo General de Ajuste correspondiente a 2019, el Consejo Vasco de Finanzas Publicas (CVFP), órgano que reúne a las instituciones vascas de los tres niveles –autonómico (Gobierno vasco), territorial (diputaciones forales) y local (ayuntamientos, representados por Eudel)–, ha activado el Fondo Extraordinario creado hace un año. Un fondo que se aplicaría, se dijo, “cuando la participación relativa en la recaudación total del País Vasco para cada diputación foral, una vez deducida su contribución neta al Fondo General de Ajuste liquidado del ejercicio, no alcanzase el 99% de su coeficiente horizontal”.
En otras palabras, un fondo para tratar de paliar los desequilibrios producidos entre la recaudación de cada territorio y el porcentaje que debe aportar al Gobierno vasco; una cantidad estimada en función del PIB y no de los ingresos reales, algo que Álava y Gipuzkoa siempre han considerado que les perjudica.

El CVFP ha acordado la liquidación del Fondo General de Ajuste para 2019 por un importe de 137,5 millones de euros, distribuyéndose entre los territorios históricos de Álava y Gipuzkoa, a los que les corresponden 64,1 y 73,4 millones de euros, respectivamente. Y, con la activación del Fondo Extraordinario, Álava recibirá 2,5 millones más y Gipuzkoa, 3,1 más. En total ha habido que habilitar 5,6 millones para este fondo, que tiene un límite del 0,45% de los recursos a distribuir en la liquidación del ejercicio y es aportado, al 50%, por el Gobierno vasco, por un lado, y las tres diputaciones forales, por otro. El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, ha destacado la importancia de este nuevo instrumento de financiación que aporta, en su opinión, “estabilidad” al sistema de reparto de recursos en Euskadi a falta de una solución permanente a través de la Ley de Aportaciones. Una norma que se ha ido prorrogando y está pendiente de actualizar desde 2012, y sobre la cual el consejero Azpiazu apuntó que es posible que “en no mucho tiempo” las instituciones vascas puedan acordar la demandada reforma.
Ingresos de récord
En su reunión de febrero pasado, el Consejo Vasco de Finanzas Públicas confirmó que en 2019 las haciendas forales recaudaron 15.469,6 millones de euros, 83 millones más de lo previsto en el Consejo de hace cinco meses y más de un 3,3% por encima del nivel del ejercicio anterior, lo que supone, además, una ejecución del 100,6% sobre la previsión realizada el pasado octubre.

De esta manera, los ingresos de Euskadi registraron en 2019 el tercer ejercicio de récord. Y para 2020, las instituciones vascas calcularon en octubre que se ingresarían 15.768 millones; es decir, 300 millones más y el cuarto récord consecutivo de recaudación, teniendo en cuenta que, en los últimos años, la cifra final de ingresos ha superado las previsiones iniciales.
Confirmado el cierre de la recaudación tributaria y conocido el pago de Cupo al Estado (947 millones de euros, incluyendo las compensaciones financieras y la financiación de las políticas activas de empleo), el importe final de la liquidación de las aportaciones a las instituciones comunes correspondiente al ejercicio 2019 asciende a 10.371,6 millones de euros, 216 millones más que las aportaciones inicialmente presupuestadas.