El Global Forum Spain trajo a Bilbao a los ‘primeros espadas’ de los organismos económicos internacionales: la directora general del FMI, el secretario general de la OCDE, el presidente del Eurogrupo, varios comisarios europeos, el presidente del Gobierno español y responsables de multinacionales españolas. Se habló de recetas, se alabó el cumplimiento de sus indicaciones, se insistió en las reformas estructurales, se vino a confirmar que ‘España está saliendo de la crisis’ y poco más. Este Forum, que tenía un gran componente político de arrope al Ejecutivo central, no aportó muchos contenidos novedosos. Fue muy importante en las formas, colocó, una vez más, a Bilbao en el mapa mundial, pero no ofreció alternativas a la austeridad y la disciplina presupuestaria. Por su parte, la conferencia que ofreció el lehendakari Urkullu pocos días después en el DeustoForum, tuvo mucho más contenido real. Allí se constató la acción de un Gobierno volcado en paliar las consecuencias de la crisis (crear empleo), en reforzar las palancas de crecimiento (industria, inversión, innovación e internacionalización) y en dibujar toda una estrategia para alcanzar la Euskadi del 2020, un nuevo objetivo de futuro. Un proyecto con tres valores: ética, responsabilidad y solidaridad; y tres ejes: crecimiento sostenible, desarrollo humano y paz y convivencia. En definitiva, un camino realista para una sociedad como la vasca, que ha sabido sobreponerse a situaciones mucho más adversas que la crisis actual. Una alternativa real y plausible a las políticas de austeridad, que busca un auténtico acuerdo nacional.