El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, como entidad social y medioambientalmente responsable del suministro de agua potable y del tratamiento de las aguas residuales, mantiene su compromiso con los valores y estándares básicos para garantizar el abastecimiento en cantidad y calidad a la población, optimizando sus procesos para reducir las emisiones y mitigar el impacto ambiental en su ámbito de actuación.

Asumimos que la Agenda 2030 y en especial el Objetivo 6 nos afecta especialmente como  Entidad y al resto de Instituciones para alinear nuestras políticas públicas a la consecución de objetivos globales desde el punto de vista territorial, teniendo en cuenta nuestra realidad, pero también nuestras fortalezas y potencialidades para transformar nuestro mundo a través de acciones.

Es innegable que los grandes problemas del mundo actual impactan y tienen lugar en el espacio local, y que los agentes públicos enfrentamos importantes desafíos para erradicar las desigualdades, impulsar procesos equitativos de desarrollo territorial, garantizar la paridad y la justicia social para que “nadie se quede fuera” del progreso, paliar el impacto del cambio climático cuyos efectos devastadores se manifiestan en los territorios locales, al tiempo que necesitamos articular una gobernanza que incluya tanto al gobierno local, el sector privado, la sociedad civil, el sistema educativo y el conjunto de actores que tienen vínculos directos e indirectos con el desarrollo local.

De los principales acuerdos alcanzados en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP 28), que se realizó en Dubai a finales del año pasado, el vínculo del agua - cambio climático tomó un nivel de alta relevancia al determinarse que la acción climática no puede desvincularse del agua, ya que es la alternativa para garantizar medios de vida sostenibles a nivel mundial.

La Organización Meteorológica Mundial de Naciones Unidas informó en su último reporte que en los últimos 20 años las reservas de agua disminuyeron un centímetro al año, principalmente la cantidad de agua almacenada en la superficie terrestre, la humedad del suelo, la nieve y el hielo, lo que compromete la seguridad hídrica mundial. Y esto se verá agravado por el impacto del cambio climático en los recursos hídricos. 

El agua juega un papel crucial en la adaptación y mitigación del cambio climático, y por ello una de las principales acciones acordados en la primera semana de la anterior COP 27, fue la creación de una coalición de agua y de clima que analizará los crecientes peligros, pero sobre todo la reducción de las reservas de agua limpia. 

El Grupo de Expertos de ONU-Agua y la Coalición del Agua y el Clima, así como la International Water Association (IWA) de la que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia es miembro, trabajamos en acciones a nivel global, nacional y local para demostrar cómo el agua y la adaptación al cambio climático se pueden integrar en nuestras políticas climáticas y otras estrategias relevantes, la movilización de recursos y fondos para la gestión del agua resiliente al clima, así como la incorporación de soluciones que involucren directamente a las comunidades, los operadores, la sociedad y las instituciones.

Este tema es crucial, si consideramos que la ONU estima que para el 2050 el planeta estará poblado por casi 10 mil millones de personas y el 68% de la población vivirá en zonas urbanas. Actualmente 1 de cada 4 ciudades se asienta en zonas de estrés hídrico por lo que es real la gran amenaza de un movimiento poblacional que puede verse desplazado por la escasez de agua allí donde se encuentra.

Es deber de todos los sectores (público, social, privado, academia, centros de investigación, instituciones académicas y organismos internacionales), proteger y restaurar los hábitats para hacer un planeta más resiliente a los impactos del clima que está en constante cambio.

El presente y el futuro del planeta, sus ecosistemas y habitantes, están en juego, es por eso por lo que los planes y decisiones que se hagan hoy para integrar a la agenda global el agua como eje de desarrollo tendrán impacto para frenar la crisis que se aproxima en los próximos años.

Las regulaciones y ordenamientos jurídicos tienen que conciliar la exigibilidad de actuaciones a los organismos y entidades, con la factibilidad real de llevarlos a cabo dotando las instituciones mundiales de más recursos económicos y programas específicos, herramientas locales y regionales contra el cambio climático, el desarrollo de infraestructuras de abastecimiento y saneamiento, los medios para analizar la calidad del agua y el cuidado de los recursos hídricos.

Nosotros, en el Consorcio estamos inmersos en alcanzar la meta de la neutralidad ambiental. Aplicando los principios de la economía circular, actualmente valorizamos más de un 90% de todos los residuos que generamos, siendo nuestro objetivo alcanzar el 100% al igual que la reutilización del agua para distintos usos internos, de manera que más de un 65% del volumen de agua que se utiliza la EDAR de Galindo, por ejemplo, corresponde a agua regenerada.  

Desde el rigor y la responsabilidad con la que trabajamos cada día, seguiremos comprometidos con nuestro territorio, garantizando agua y saneamiento en cantidad y calidad a todas las personas de nuestro ámbito de actuación, entendiendo que nuestro plan estratégico tiene una oportunidad en la agenda 2030. Por lo tanto, con su logro, instituciones e instituciones contribuimos activamente y con responsabilidad a aumentar la sostenibilidad del planeta, que es sin duda la mejor y más grande infraestructura imprescindible de que disponemos.