El CES pide que el Plan de Empleo atienda mejor las necesidades de las empresas

Advierte de retos como el déficit existente para cubrir la demanda de personas cualificadas y el envejecimiento de la población

Según el dictamen del CES, las microempresas y las pymes serán las más afectadas por la transformación del mercado laboral.

El Consejo Económico y Social Vasco (CES) ha emitido un informe sobre el Plan Estratégico de Empleo 2021-2024, elaborado por el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, en el que considera adecuada su tramitación. Además, valora positivamente que el Plan tenga como objetivo generar más empleo, y subraya la importancia de que sea de calidad y que abogue por la inclusión sociolaboral.
Pero, en su dictamen, el CES también propone dotar de mayor presencia a la Mesa de Diálogo Social, para que los agentes sociales estén informados sobre la elaboración del Plan, así como para que generen propuestas en su ejecución y participen en el seguimiento del mismo. Y advierte de que no se presta una correcta atención a los indicadores de seguimiento, y que esto es aún más evidente cuando se hace referencia a la calidad del empleo, uno de los componentes principales de la misión del Plan.
Asimismo, el CES considera que el Plan se aleja, en cuanto a objetivos estratégicos y operativos, así como en sus ámbitos de actuación y líneas estratégicas, de la Estrategia Vasca de Empleo 2030, la cual se caracteriza por situar el empleo como eje fundamental de las personas y la sociedad, abogar por unas políticas de empleo orientadas a la calidad, inclusión e igualdad, y por adoptar una política colaborativa.

El Consejo cree que el Plan no presta una correcta

atención a los indicadores de seguimiento,

especialmente en cuanto a la calidad del empleo

Acciones
Por otro lado, el Consejo apunta que, entre las acciones recogidas en el Plan que hacen referencia a la transición tecnológico digital, “la formación debe ir más allá que abordar las competencias digitales básicas”, y advierte de que “no es la solución a todos los problemas”, y que sería necesario “medir el impacto en la creación y mejora de empleo”. En la transición demográfico-social, en cambio, indica que las acciones se centran en el envejecimiento de las empresas, y que “no tienen en cuenta la paradójica situación laboral actual, donde el número de personas desempleadas es elevado, y no cubre la demanda de personal cualificado por parte de las empresas”.
En este camino, el CES entiende que existen dos retos demográficos adicionales, que se deben afrontar para ejecutar una buen política de empleo. El primero, está relacionado con el déficit existente par cubrir la demanda de personas cualificadas en el mercado laboral; y el segundo, con el envejecimiento de la población, que deriva también en la escasa mano de obra para cubrir los puestos de trabajo.
En esa línea, el Consejo también echa en falta un planteamiento más adecuado para atender a las necesidades de las empresas en materia de empleo y cualificación, “sobre todo cuando nos referimos a las microempresas y las pymes, que serán las más afectadas por la transformación del mercado laboral”.

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