Los empresarios del País Vasco, que durante los últimos días habían reiterado la necesidad de mantener la actividad económica –siempre en la medida posible y anteponiendo la salud y seguridad de todas las personas–, han criticado duramente la medida impuesta por el Gobierno central de paralizar las actividades no esenciales, al menos hasta el 9 de abril, por la pandemia del Covid-19.
Confebask y sus asociaciones miembro –Adegi, Cebek y SEA– han mostrado su rechazo “más absoluto” a esta medida que, a su juicio, “con toda seguridad sólo contribuirá a hacer más profunda y grave la crisis socioeconómica a la que ya nos estamos enfrentando”.
En un comunicado, la patronal vasca reitera que, ahora más que nunca, “se hace necesario mantener una mínima actividad productiva que, de una parte, garantice el suministro necesario para los sectores esenciales en la lucha contra el coronavirus y, de otra, sirva para, superada la crisis sanitaria, afrontar con eficiencia la salida de la grave coyuntura económica y social a la que estamos abocados”.

“Todo eso, como venimos repitiendo incesantemente, garantizando la salud y la seguridad de todas las personas con los procedimientos establecidos por las propias autoridades sanitarias”. En opinión de Confebask, la decisión del Gobierno “sólo hará más difícil la lucha para superar esta crisis sanitaria salvaguardando a la vez, en la medida de lo posible, el máximo de empresas y empleos”.

Máxima gravedad
Al margen de estas consideraciones, el decreto de paralización económica de actividades no esenciales “ha sumido al tejido empresarial en una confusión sin precedentes y en un caos organizativo”, lamenta la patronal. Por ello, denuncia un comportamiento que consideran “altamente irresponsable e irreflexivo que amenaza muy seriamente con provocar una crisis económica y social sin precedentes”.
Para las Cámaras Vascas - Eusko Ganberak la medida del Gobierno central “puede traer consecuencias negativas para los sectores estratégicos del tejido productivo de Euskadi, su competitividad, y para el empleo”. A su juicio, las medidas de confinamiento anteriores ya eran “suficientemente restrictivas” y la prioridad es salud y “mantener la máxima actividad posible”.
Por último, el Círculo de Empresarios Vascos ve “extremadamente grave” para la economía de Euskadi el cese total de la actividad no esencial y, además, produce una “cierta discordancia con la flexibilidad que el Ejecutivo había planteado para la tramitación de los ERTE”. En su opinión, “paralizar centros productivos capitales que habían garantizado la salud y la seguridad de los trabajadores, no hará sino producir enormes perjuicios a la actividad empresarial, además de agravar la crisis económica y dificultar todavía más la posible recuperación”.