El medio ambiente, y sobre todo su protección, ha pasado a jugar un papel preponderante en la gestión de las organizaciones, en la producción, puesta en servicio y distribución de todo aquello que se construye o fabrica. Tanto la legislación, cada vez más exigente con las empresas a la hora de medir el impacto medioambiental de sus acciones, como la propia presión social hace que cada vez sean más las empresas que buscan la manera de adaptarse a la norma y a las nuevas exigencias del mercado, aprobar en las auditorías y evitar las posibles sanciones administrativas.
El sector de la consultoría medioambiental y el ecodiseño ha encontrado aquí un importante nicho de actividad, ofreciendo, desde su especialización, la ayuda que las empresas requieren para ponerse al día en este ámbito, poniendo a su disposición las herramientas necesarias.
La labor de los profesionales que trabajan en una consultoría medioambiental se centra en asesorar, formar o realizar trámites sobre temas como la recogida de residuos, la contaminación del aire, la política ambiental adoptada, el nivel de eficiencia energética a alcanzar o la gestión ambiental de la organización.
Muchas firmas han visto aquí una ocasión para reinventarse tras la crisis. Otras, caso de IK Ingeniería, nacieron ya como una consultoría de innovación especializada en análisis del ciclo de vida y en declaraciones ambientales de producto. Ofrecen sus servicios fundamentalmente a empresas del sector de la construcción y fabricantes de materiales de obra a quienes los propios arquitectos exigen el cumplimiento de una serie de parámetros en materia medioambiental y de ecodiseño.
En cada caso, los expertos de la firma ofrecen asistencia técnica en sostenibilidad identificando el modo de optimizar los recursos de que disponen, modificándolos o adaptándolos para que generen el impacto mínimo sobre el medio ambiente y garantizando su ciclo completo de vida.