Confebask prevé para 2025 en Euskadi un aumento del PIB en el entorno del 1,8%, con un crecimiento bajo al inicio y una suave mejoría posterior si progresa la economía europea
2025 seguirá siendo un año de gran incertidumbre y numerosos riesgos, y en función de cómo evolucionen, el crecimiento final puede oscilar en una horquilla entre el 1,3% y el 2,5%
- Estrategia Empresarial
- 20-Diciembre-2024
Eduardo Aretxaga, Tamara Yagüe y Pablo Martín. Foto: Olga Ruiz para Confebask.
Confebask prevé para 2025 un crecimiento de la economía vasca en el entorno del 1,8%, aunque esta previsión está sujeta a una gran incertidumbre y numerosos riesgos, de tal forma que en función de cómo evolucionen, el crecimiento final podría oscilar en una horquilla entre el 1,3% al 2,5%.
Está previsto que el crecimiento de la economía vasca continúe siendo bajo durante los primeros meses de este 2025, dando paso progresivamente a un mayor dinamismo siempre y cuando la economía europea mejore.
Por sectores, en 2025, la construcción será el sector más dinámico, seguido de los servicios de mercado. Por su parte, la industria tendrá el crecimiento más débil, aunque mejorando respecto a 2024, pero siempre pendiente de la recuperación de los principales países europeos.
Por lo que respecta al empleo, Confebask prevé para 2025 una creación de empleo de 12.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, con lo que, por tercer año consecutivo, se mantendría el listón de más de un millón de cotizantes.
Así las cosas, y si se cumplen estas estimaciones, la tasa de paro bajará en Euskadi hasta el 6’5%, medio punto menos que la prevista al cierre de 2023, y prácticamente la misma que la media europea.
Preocupaciones y retos de la empresa vasca
En cuanto a lo que preocupa en mayor medida a las empresas vascas de cara a este próximo año, y en función de las encuestas que realizan periódicamente nuestras organizaciones – Adegi, Cebek y Sea-, se mantienen los problemas para encontrar personal cualificado, el crecimiento de los costes laborales, el absentismo (el factor de preocupación que más crece), la debilidad de la economía, la reducida rentabilidad, y la fiscalidad empresarial.
Entre los retos que tienen las empresas para este 2025, se destaca el gestionar un escenario macroeconómico de bajo crecimiento y elevada incertidumbre económica, industrial y comercial; el abordar las inversiones necesarias para afrontar las transiciones en marcha; y superar las dinámicas de enfrentamiento y polarización política existentes.
2024: PIB y empleo
Por lo que respecta a este 2024, terminamos un año en el que Confebask estima que Euskadi crecerá un 1,8%, una cifra ligeramente superior a la estimada hace un año (1,6%). Este mayor crecimiento se explica por un mejor comportamiento del consumo público y privado, y de la construcción y los servicios públicos. Por el contrario, la inversión y la industria crecen menos de lo estimado, y el sector exterior cae a terreno negativo.
A pesar de todo, la economía vasca sigue creando empleo, obteniendo récords de ocupación. Cerraremos el año con 11.000 afiliados más a la SS, 1.000 parados menos en Lanbide, y una tasa de paro del 7%. Retos y desafíos
Por último, tal y como han recordado durante la rueda de prensa la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, su director general, Eduardo Aretxaga y su responsable de economía Pablo Martín, “2025 seguirá siendo un año de enorme incertidumbre e importantes riesgos, entre los que destacan la evolución de la inflación y los tipos de interés, el rumbo de las políticas comerciales en los grandes bloques económicos, la evolución de la industria europea, la inestabilidad política en Europa, y el desarrollo de las crisis bélicas en Europa y Oriente Medio”.
“Asimismo, -añade la presidenta de Confebask- si queremos aumentar nuestra competitividad, como empresas y como país, debemos apoyarnos en el diálogo y la concertación social para mejorar el clima laboral; y, por supuesto, reducir el absentismo laboral por las bajas por enfermedad común que se ha convertido en una de las principales preocupaciones para nosotros”.
“En definitiva, la colaboración público-privada, la estabilidad política y la puesta en marcha de políticas ambiciosas para garantizar el crecimiento y la competitividad industrial, serán claves para afrontar un año que se prevé complicado e incierto”.
Tamara Yagüe ha terminado su intervención poniendo en valor “la aportación de la empresa vasca al bienestar colectivo, mediante las inversiones que generamos, el empleo que creamos y los impuestos que pagamos. Nos sentimos muy orgullosos de nuestra contribución a la sociedad vasca”.