Cebek estima un crecimiento del PIB en Bizkaia en torno al 1,5% en 2025

Su presidenta, Carolina Pérez Toledo, muestra preocupación por la caída de la producción industrial en Euskadi el pasado ejercicio y los riesgos internacionales

Carolina Pérez Toledo, presidenta de Cebek, Francisco Javier Azpiazu, secretario general, y los vicepresidentes, durante la presentación de la Encuesta de Cebek. Foto: Cebek

2025 se perfila como un año de crecimiento moderado para la economía vasca, si bien arranca con señales que trasladan preocupación. Son las principales conclusiones de la Encuesta de Cebek presentada por su presidenta, Carolina Pérez Toledo, su secretario general, Francisco Javier Azpiazu, y los vicepresidentes, en un acto que ha analizado también el escenario económico y empresarial de Bizkaia y Euskadi 2024/2025. 
Atendiendo a los datos de la encuesta, se prevé que el PIB crezca en Bizkaia en torno al 1,5% este año; manteniéndose por debajo del promedio nacional y superando el de la Zona Euro. Este crecimiento vendrá impulsado principalmente por el sector servicios y el consumo privado, que registrará un incremento del 2,0%, ligeramente superior al 1,9% de 2024. La inversión experimentará un repunte del 1,9%, frente al 1,7% del año anterior. 
Respecto al mercado laboral, también tiene expectativas de ofrecer signos positivos. Así, según ha destacado Pérez Toledo, “en base a los datos de Lanbide, en el último balance de enero de este año, contamos en Bizkaia con 510.494 personas afiliadas en la seguridad social, siendo el territorio con mejor comportamiento en afiliación en relación al año pasado, con un incremento del 1,31%.”
Cebek estima la creación de 6.000 nuevos afiliados y afiliadas a la Seguridad Social en Bizkaia para el año 2025. Creemos, asimismo, que la tasa de paro pueda descender ligeramente, pasando al 7%.
Sin embargo, y según Pérez Toledo, “aunque preveamos este crecimiento, no hemos arrancado el año de la mejor forma para la actividad y previsión empresarial”. 
Este escenario de aparente estabilidad económica ha recibido un golpe significativo con el dato de la producción industrial vasca, que en 2024 sufrió su primera caída en más de una década (exceptuando el año 2020 por la pandemia). Así, la actividad industrial en Euskadi se contrajo un 0,9% en 2024, reflejando el debilitamiento de mercados clave para nosotros como Alemania y Francia y su impacto directo en sectores estratégicos. La automoción, la metalurgia y los bienes de equipo han registrado descensos preocupantes.
A estas señales de alerta, añaden desde Cebek, se suman los riesgos internacionales: las crisis geopolíticas en Ucrania y Oriente Medio, la persistencia de la inflación y la creciente ola de proteccionismo en mercados clave, impulsada por la administración Trump y las posibles respuestas por parte de China y Europa. 
Bajo este prisma, la economía vasca arranca este año con una combinación de previsiones moderadamente optimistas en términos de crecimiento, pero con señales de alarma en su sector industrial y una creciente presión sobre la competitividad de sus empresas. Estos factores internacionales, junto con la necesidad de adaptarse a un entorno de bajo crecimiento y alta volatilidad, configuran, para la presidenta de Cebek, “un escenario desafiante para nuestras empresas este 2025”. 
La extensión de los aranceles sobre el acero y el aluminio que ha impuesto Trump va a afectar negativamente a un número significativo de empresas vascas de varios sectores de actividad e indirectamente a más empresas subcontratistas y suministradores de las primeras. Por ello, desde la patronal vizcaína apuntan a que, “ante esta situación, Europa debe ofrecer una respuesta a la altura de las circunstancias entendiendo que el riesgo de una guerra arancelaria puede tener, directa o indirectamente, un efecto en precios, costes y actividad imprevisibles”.

Encuesta a las empresas
En este contexto y antes de conocer los primeros movimientos en la política y la economía internacional, durante el mes de enero de 2025, Cebek ha llevado a cabo una encuesta entre 465 empresas asociadas de todos los sectores y tamaños con el objetivo de conocer sus expectativas y preocupaciones para este año. Los resultados revelan un panorama de estabilidad con ciertos matices de optimismo y cautela. Aunque el 66% de las empresas considera que su sector se mantendrá estable, solo un 26% espera una reactivación significativa en su facturación. 
La incertidumbre económica global ocupa un lugar destacado en las preocupaciones empresariales. Un 34% de las compañías muestra inquietud ante la volatilidad económica, mientras que las tensiones geopolíticas y las regulaciones internacionales afectan a un 22% y 20% respectivamente. A pesar de este contexto, un 61% de las empresas prevé un buen desempeño en 2025, aunque sectores como el comercio muestran mayor desconfianza, con un 48% calificando su previsión como "regular".
En el ámbito de la gestión de personas, el incremento de los costes laborales es la principal preocupación para el 88% de las empresas. A esto hay que sumar que, dentro de la incertidumbre normativa, los cambios relativos a la normativa laboral son los que más preocupan. 
En las últimas cuatro encuestas, entre el 85% y el 95% de las empresas han considerado los costes laborales como su preocupación más importante. Nunca antes un item había contado con un porcentaje de consenso tan alto. A esta preocupación le sigue la escasez de personal cualificado, que afecta al 86%. Y tal y como se ha manifestado en encuestas anteriores, el absentismo sigue siendo un problema relevante para las empresas de Bizkaia, que preocupa al 74% de las mismas. 
A pesar de esto, el 65% de las empresas prevé mantener su plantilla y un 29% espera aumentarla, lo que refleja una confianza moderada en la estabilidad del empleo. Las microempresas tienden a la estabilidad, mientras que las compañías más grandes apuestan por el crecimiento.

Prudente optimismo
Las expectativas sobre la evolución del mercado y la facturación para 2025 reflejan una mezcla de estabilidad y optimismo prudente. Un 66% de las empresas prevé que su sector mantendrá su nivel de actividad. En términos de facturación, las previsiones son ligeramente más favorables: el 60% de las empresas espera estabilidad, pero un 26% anticipa una reactivación. Sin embargo, un 11% muestra preocupación por una posible desaceleración en sus ingresos.
Por sectores, el panorama varía. El sector servicios se muestra más optimista, con un 33% de las empresas esperando una reactivación, mientras que la industria y el comercio presentan mayores signos de cautela. En la industria, el 58% de las empresas anticipa estabilidad. El comercio, por su parte, es el sector más conservador, con un 70% de las empresas esperando mantener su actividad y un 30% que advierte señales de desaceleración.
En cuanto a los retos para mantener e incrementar la facturación, las empresas han identificado varios factores que dificultan el mantenimiento o el crecimiento de su facturación. El principal desafío es la capacidad de mantenerse competitivos en precios y márgenes, mencionado por un 36% de las empresas. En el caso de la industria, esta cifra asciende al 47%, lo que subraya la presión del mercado en este sector. La búsqueda de nuevas vías de ingreso, mediante la diversificación de productos o la expansión a nuevos mercados, es otro reto clave para el 24% de las empresas, mientras que la modernización y mejora de productos o servicios ocupa un lugar relevante para el 18%.
De cara a 2025, la mayoría de las empresas prevé mantener su nivel de inversión. Un 60% de las compañías planea sostener sus inversiones. Sin embargo, un 35% muestra una perspectiva expansiva y prevé un aumento en sus inversiones, mientras que solo un 5% anticipa una reducción. Los sectores de industria y servicios lideran las previsiones de inversión, con un 36% de las empresas en ambos sectores esperando incrementar sus inversiones. La transformación digital y la modernización productiva son los principales destinos de las inversiones. 
Las empresas se siguen enfrentando a un panorama regulatorio incierto, con nuevas normativas que podrían hacer aumentar los costes y la burocracia. Las regulaciones fiscales también generan inquietud y desconfianza, con un 45% de las empresas preocupadas por posibles subidas de impuestos y reducción de incentivos. Las normativas medioambientales y la protección de datos preocupan al 31% de las empresas, debido a las nuevas exigencias en emisiones, energías renovables y privacidad digital.
Las principales preocupaciones empresariales para 2025 están vinculadas a la gestión de personas, la productividad, la fiscalidad y el entorno regulador. El coste y la disponibilidad de talento, el mantenimiento de márgenes y la estabilidad del entorno normativo son los factores clave que las empresas consideran cruciales para su desarrollo en el año venidero.
En definitiva, las empresas de Bizkaia afrontan 2025 con cautela. La difícil situación de la industria, la preocupación por los costes laborales y la adaptación a un entorno global y regulatorio cambiante son los ejes que marcarán la agenda empresarial de este año.  Aunque las expectativas son en su mayoría moderadamente positivas, la incertidumbre sigue siendo un factor determinante hoy en el escenario económico y empresarial.

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