Tras tres horas de deliberación, el Comité Ejecutivo de la UEFA designó Bilbao-Bizkaia-Euskadi como sede de la Eurocopa 2020, candidatura por la que competían diecinueve capitales europeas para ser elegidas sede oficial de un evento deportivo de primer nivel, en el que veinticuatro selecciones y los mejores jugadores de Europa harán gala de sus habilidades con el balón para ganar el trofeo Henri Delaunay, creado en 1960 en honor al primer secretario general de la UEFA e impulsor de la Eurocopa.
Junto a Bilbao-Bizkaia han sido designadas para celebrar la fase previa de la competición Londres, Munich, Bakú, Brusela, Copenhague, Glasgow, Amsterdam, Budapest, Roma, Dublín y San Petersburgo. La fase final, a la que sólo presentaron candidatura Londres y Munich, se disputará finalmente en el mítico estadio Wembley de la capital inglesa.
Así, el nuevo estadio de San Mamés entra en la leyenda del fútbol cuando cumple su primer año de vida. La ‘catedral’ acogerá tres partidos de la fase previa de la Eurocopa 2020 y un cuarto encuentro de la ronda eliminatoria, correspondiente a octavos de final.
Han tenido que transcurrir 32 años para que Bilbao-Bizkaia-Euskadi sean seleccionados como escenario de una competición de fútbol con proyección internacional y capacidad de generar un importante impacto económico en la ciudad, el territorio y Euskadi (ya se habla de un impacto de 68 millones de euros). En 1982 el viejo San Mamés acogió tres partidos de la fase previa del Campeonato del Mundo, con presencia de las selecciones de Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait. En 2020, será el turno del nuevo campo de San Mamés, que se suma a la gran fiesta del fútbol europeo, coincidiendo, además, con una fecha histórica: la Eurocopa celebra su 60 Aniversario. La colaboración entre el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco ha sido la clave para la captación de este evento deportivo internacional.