A lo largo de sus tres lustros de trayectoria, Basque Food Cluster se ha consolidado como un espacio de encuentro en el que empresas y entidades de todos los eslabones de la cadena alimentaria colaboran desde la confianza, aportando su conocimiento a través de dinámicas y proyectos compartidos con los que dar respuesta a los retos comunes e impulsar el crecimiento del sector.

Desde su fundación en 2009 como Cluster de Alimentación de Euskadi, la asociación que representa los intereses de las empresas vascas de alimentación y bebidas ha desempeñado un papel fundamental en la cohesión de una cadena de valor que, hasta entonces, adolecía de una falta de estructura y visibilidad que le impedía desarrollar todo su potencial. Gracias a esta contribución, el sector alimentario se entiende hoy en día como un conjunto interconectado de actividades productivas, transformadoras, de servicios y de conocimiento que aportan un valor estratégico a la economía y la sociedad de Euskadi. 15 años después de su creación y renombrado como Basque Food Cluster desde 2022, cuenta en la actualidad con más de 150 empresas y organizaciones asociadas que representan a todos los eslabones de la cadena alimentaria, posicionándose como el agente de referencia en el sector y como una herramienta esencial para impulsar la competitividad empresarial.

Durante estos años, el rol de Basque Food Cluster como espacio de encuentro, catalizador de proyectos en cooperación y motor de desarrollo ha facilitado a las empresas el acceso a oportunidades y colaboraciones con otros agentes que, de manera individual, tendrían difícil alcanzar. Un papel que cobra especial relevancia dado que la gran mayoría de las compañías que conforman el sector en Euskadi son pymes y micropymes, cuya dimensión limita su capacidad para acceder a recursos, potenciar la innovación o adaptarse a regulaciones complejas, entre otras de las cuestiones que ayuda a resolver el Cluster.

En este sentido, uno de los logros de la asociación es la consolidación de un sentido de pertenencia entre sus asociados. Este cambio de mentalidad abrió la puerta al desarrollo de proyectos en cooperación que permiten a las empresas afrontar retos compartidos y, a su vez, facilitan el avance de la cadena alimentaria al unísono. Una cadena que representa el 9,37% del PIB vasco y emplea a casi 138.000 personas (el 13,5% del empleo total en Euskadi); cifras que no solo reflejan la relevancia económica del sector, sino también su papel como pilar sociocultural del País Vasco. 

Bajo el objetivo principal de potenciar la competitividad de las empresas, el Cluster impulsa su participación en proyectos estratégicos que abordan los retos más importantes del sector. Así, se centra en ámbitos como la innovación que da respuesta a las nuevas necesidades de las personas consumidoras, la sostenibilidad, el talento, la digitalización, la internacionalización o la diversificación de mercados. Algunos ejemplos incluyen la valorización de residuos, la implementación de tecnologías como visión artificial y sensorización en procesos productivos, la captación y fidelización de talento para asegurar el relevo generacional o la adaptación a las exigentes normativas medioambientales, especialmente en lo referente a los envases y embalajes.

Gracias a esta labor, Basque Food Cluster se posiciona como un aliado fundamental para las empresas, ayudándolas a superar retos complejos y a implementar soluciones innovadoras que fortalecen su competitividad. En definitiva, asegurando que las organizaciones asociadas estén preparadas para afrontar con garantías los desafíos del futuro y avanzar hacia un crecimiento sólido y sostenible.

El aliado de las empresas para dar solución a sus retos

Basque Food Cluster ha puesto en marcha su nuevo Plan Estratégico 2024-2027, que introduce como principal novedad la apuesta por reforzar la conexión con sus empresas socias para dar una respuesta más personalizada a sus necesidades y desafíos. De esta manera, la asociación busca escuchar directamente sus inquietudes, detectar oportunidades de mejora y ayudarles a enfrentar sus retos. En la misma línea, persigue fomentar las conexiones y alianzas entre empresas de diferentes tamaños y subsectores, creando nuevas formas de colaboración y fortaleciendo la red de relaciones. El resto de los ejes sobre los que pivota el nuevo Plan Estratégico son: ser el referente del sector, mantener la excelencia organizativa y seguir impulsando la competitividad de sus asociados.